Jesús Quijano

UN MINUTO MIO

Jesús Quijano

Catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Valladolid


La primera en la frente

06/01/2025

Este año de 2025 va a ser pródigo en comparaciones, y no hay duda de que la fecha lo pide. Han pasado ya 25 años desde aquel 2000 en que se inició el siglo XXI, y nada menos que 50 desde aquel 1975, un año muy significativo en nuestra historia reciente. Tendremos que acostumbrarnos a recibir con inusitada frecuencia sondeos y consultas, estudios de opinión y análisis de datos, que nos irán ilustrando sobre cómo éramos y cómo somos, sobre qué ha cambiado en nuestro entorno y cómo hemos cambiado nosotros mismos individual y colectivamente. Y será verdaderamente interesante saberlo con informaciones rigurosas, obtenidas y presentadas con procedimientos fiables, respetuosos con la perspectiva científica de la sociología moderna.
Para empezar, se ha difundido ya un primer estudio comparativo. Y no es precisamente muy halagüeño. Viene a destacar que más de un 70% de los españoles opina que el estado de la democracia es actualmente peor que en el año 2000, porque consideran que los grandes valores que fundamentan el sistema (la libertad, la igualdad, la unidad, entre ellos) han retrocedido en este tiempo. Tiene ello mucho que ver con la percepción de que algunas de las demandas más sentidas (la educación, la sanidad, el acceso a la vivienda, entre ellas) han empeorado, y así lo estiman porcentajes de la población que van del 70 al 90%. Incluso dos de cada tres opinantes creen que los riesgos de pobreza, dictadura o guerra son ahora mayores que al comienzo del siglo, valorando el panorama mundial. Porque en al ámbito doméstico, algunas opiniones que ya se venían apuntando de un tiempo para acá, se han afianzado comparativamente, tomando como base temporal ese tramo de 25 años. Es el caso de la disminución de la confianza en las instituciones, en los partidos, o en la política en general, y del aumento de la confianza en las Fuerzas Armadas o en los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, lo que también ocurre con la Monarquía, pues son mayoría los que creen que su imagen actual es mejor que la que proyectaba el Rey emérito en el año 2000.
   En suma, que los que creen que vivimos en un mundo peor son más que los que creen lo contrario. ¡Ojalá se trate de una impresión inicial y que tenga remedio!