Si hay una palabra de moda esta semana esa es tractorada y no hace falta explicar más. Lo que empezó siendo un movimiento de protesta en algún lugar de Europa se ha generalizado, convirtiéndose en un asunto conflictivo de índole comunitaria cuyas proporciones y repercusiones no pueden medirse en estos momentos, entre otras razones porque ni ha acabado ni tiene pinta de ser solucionado de manera inmediata y de forma que agrade a todas las partes implicadas. Por lo pronto no hay ciudad que no tenga entre sus espectáculos callejeros el de las hileras e hileras de tractores discurriendo por las avenidas como la procesionaria del pino por los suelos próximos a ciertos árboles. Las hileras de tractores, eso sí, tienen su razón de ser porque no está el campo para muchas alegrías. Y para menos todavía están quienes lo trabajan. No es momento de aludir a la ristra de problemas que aquejan al sector primario en general, entre otras razones, porque a causa de las tractoradas parece que todos y cada uno de ellos por fin empiezan a ser conocidos y valorados. La cuestión siguiente es encontrar soluciones inmediatas pero no solo para la parte española sino también para el resto de Europa ya que algunas de las quejas guardan relación con la simplificación burocrática, los estándares de calidad o la competencia desleal con productores extracomunitarios cuyas normas son en algunos casos -diciéndolo con suavidad- discutibles. Por ejemplo… pruebe miel elaborada en la provincia de Palencia y luego sea valiente: haga lo mismo con la procedente de cierto país asiático. Al margen de estas cuestiones lo que sí queda claro es que de nuevo la sociedad ha ido por delante de la clase política lo cual resulta preocupante. Hace muchos años fue la gente, los de a pie, quien salió a la calle en todo el país para protestar y condenar el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Fue un 'se acabó'. Aquel día los políticos españoles caminaron al ritmo que marcó toda la ciudadanía. Fueron a remolque. Esta vez ha ocurrido lo mismo y han sido los agricultores, por motivos diferentes, quienes han dicho 'basta'. Políticos y líderes de las organizaciones agrarias deberían buscar la razón por la cual sus logotipos no figuran en los tractores.