Los vecinos de Velilla del Río Carrión demostraron ayer, una vez más, que derrochan originalidad y buen gusto por los cuatro costados a la hora de elaborar sus disfraces con los que festejar en el municipio norteño la fiesta de Don Carnal en una celebración en la que no faltaron disfraces de Tren de la Bruja, coches de choque, bomberos, arañas, colegiales, frutas, payasos, la popular Pantera Rosa y hasta un traje elaborado con bolsas de aperitivos entre la decena de grupos participantes.

Como paso previo al gran desfile de Carnaval, tal y como manda la tradición, Los Zamarrones recorrieron la localidad vestidos con su atuendo típico -un largo chaquetón de piel decorado con cencerros y una vara de madera- para asustar a los vecinos.

Posteriormente, dio comienzo el pasacalles que este año vio reducido su trayecto por la acumulación de nieve en el casco urbano, lo que hizo que la comitiva recorriese tan solo la distancia que separa la plaza del Ayuntamiento del Polideportivo Municipal Mara Santos llenando de ilusión, fantasía, color y los aires del Carnaval la fría tarde en el municipio velillense.

Los jóvenes se caracterizaron de un divertido ‘Tren de la Bruja’. - Foto: Rubén Abad Una vez allí, grandes y pequeños fueron calificados por el jurado que, tras una difícil deliberación debido a la gran calidad de los disfraces y complementos de los participantes, premió, entre otros, a demonio, Mario Vaquerizo, vaquero, araña, océano o la Niña de las Chapas.

En el apartado de grupos obtuvo el primer premio La Feria, mientras que Fantasía de color se hizo con el segundo puesto y Los bomberos del Colegio El Otero ostentaron la tercera posición.

En esta ocasión, el accésit fue para el grupo Happy de la Asociación Cultural Barrio Barruelo y el reconocimiento especial recayó en manos de la Asociación de Amas de Casa por su colaboración -elaboraron y repartieron chocolate caliente- y su constancia.

FIN DE FIESTA. Una vez se entregaron los premios, los vecinos de Velilla disfrutaron con ambientación musical y una gran chocolatada en la que no faltaron las tradicionales orejuelas con las que decir adiós hasta el próximo año a la fiesta en honor a Don Carnal.