Julio López

Julio López


Fiebre

26/07/2024

El pasado 18 de julio se celebró, en un pleno extraordinario del Ayuntamiento de Palencia, el primer debate sobre el Estado de la Ciudad. Sin entrar a valorar el detalle de lo dicho por los diferentes grupos municipales, he de decir que todos adolecieron de defender una postura cortoplacista tanto de los problemas como de las soluciones, sin evidenciar ninguna suerte de estrategia a medio plazo que pudiera invertir la negativa deriva que sufre Palencia de un tiempo a esta parte. Ocasión perdida para todos, tanto para los que gobiernan como para los que están en la oposición, de hacer lo que se suele llamar política con mayúsculas.
Eché especialmente en falta que nuestros representantes municipales se olvidaran de los facilones comentarios generalistas del tipo «se van los jóvenes» o «se cierran comercios», que se lo trabajaran más y que a la luz de los datos hicieran un diagnóstico riguroso del estado en el que se encuentra la ciudad. Si me permiten el símil, no es lo mismo que una persona diga «me encuentro mal» a que diga «tengo fiebre». Lo primero es subjetivo y, por tanto, cuestionable; lo segundo es objetivo y, en consecuencia, irrebatible.
Siguiendo con la comparación, si una persona tiene fiebre cuando su temperatura corporal supera los 37 grados, en el caso de una ciudad esa fiebre surge cuando pierde población. Sí, algo va mal cuando hay más defunciones que nacimientos y más emigraciones que inmigraciones. En este sentido, desde que en 2009 Palencia alcanzara su techo poblacional con 82.651 habitantes, la población ha caído ininterrumpidamente hasta los 76.331 de 2023. ¿Y eso es mucho o poco? Mucho, porque es la sexta capital de España que más población ha perdido, y porque en ese período la población de nuestro país ha aumentado en casi dos millones de personas. Pero es más grave aún. Desde 2009 la población de la capital con edades comprendidas entre los 20 y los 34 años, la que tiene una mayor propensión a emigrar por motivos laborales, ha pasado de 17.177 personas en 2009 a 10.385 en 2022. Casi 7.000 jóvenes menos en este breve período de tiempo, lo que supone una caída del 40%. Preocupante, muy preocupante. Grave, muy grave. Mucha, mucha fiebre. Y de esto no se habló en el debate del Estado de la Ciudad. Decepcionante.