El señor presidente del Gobierno acaba de publicar su segundo libro con el título de Tierra firme. Si intentamos clasificar, por su género, esta obra, resultará tarea difícil, ya que, en mi opinión, es claramente inclasificable, pues en parte parece ser un resumen de los 'aciertos' de la política de Sánchez en los años de su legislatura hasta el punto de ser una especie de hagiografía que ha escrito Irene Lozano, como en el caso del anterior título Manual de resistencia. En este nuevo libro no se ahorran los excesivos elogios al protagonista, director del texto que convierten al libro en un 'monumento' al egocentrismo del personaje cuyo rostro inexpresivo llena la portada del mismo. Lo va a presentar, mañana, Jorge Javier Vázquez, que se convertirá, así, en ministrable. Dice que fue escrito en vísperas del 23 de julio, como un resumen de la legislatura que finalizaba en esa fecha. Si leemos las 'hazañas' contadas, poniéndolas en relación con los acontecimientos que estamos viviendo en el mundo de la política, me viene al pensamiento el título de una obra -esta sí muy importante y sin intención de comparar- publicada en 1935 por el gran Jorge Luis Borges. El título Historia universal de la infamia es una colección de relatos en los que se describe, a modo de parábolas, la peripecia de una serie de personajes que carecen de honra, crédito y estimación, guiados por el pensamiento utilitarista. La lamentable historia del 'verificador' que dirige las negociaciones entre los gobiernos de España y Cataluña, en Suiza, y sus consecuencias causantes de la flagrante desigualdad entre los españoles es una infamia. La coincidencia en el tiempo con la festividad de nuestra Constitución, estoy segura de que habría motivado la redacción de una nueva infamia para añadir a aquella Historia Universal borgiana. Si no fuera verdaderamente dramática esta historia de los 'negociadores' resultaría un ejemplo de relato tragicómico ideado para humillarnos a todos los ciudadanos, poniendo al gobierno en una situación de vasallo que ejecuta las órdenes de su superior, a quien debe el cargo que ostenta de manera infame.