No son pocos los datos que certifican que, en pleno siglo XXI, siguen existiendo diferencias entre hombres y mujeres en el mundo laboral. Una de ellas se demuestra echando un vistazo a la tasa de empleo de la Encuesta de Población Activa (EPA). En los últimos cuatro años, el índice masculino es, de media, once puntos superior al femenino. Es un dato que mejora los registros del pasado, pero deja claro que, pese al gran avance, todavía queda mucho camino por recorrer tanto en Palencia como en el conjunto de España.
El objetivo, por tanto, está muy claro. Conseguir llegar al cero. No se habrá llegado a la meta mientras haya una sola diferencia que discrimine a las mujeres en el mundo profesional. No es una cuestión fácil, como así explican desde las centrales sindicales, pero no por ello hay que cejar en el empeño. Como exponen desde CCOO, para lograr la igualdad entre hombres y mujeres es necesario políticas transversales, puesto que no solo hay que tener en cuenta el componente laboral. Cuestiones como el cuidado de familiares y la realización de tareas domésticas, roles asignados históricamente al sexo femenino, también están relacionadas con que la tasa de empleo masculina sea más elevada. Además, aún nos encontramos con sectores, frecuentemente los más precarios, en los que hay mayoría femenina y altos puestos dominados por ellos.
Por ello, hay que seguir educando en igualdad y recordar que no hay trabajos ni de hombres ni de mujeres y que tanto los primeros como las segundas, con una formación adecuada, pueden hacer las mismas funciones y asumir idénticas responsabilidades. De esta forma, y cumpliendo con la legislación, quizá en el futuro podamos desterrar las diferencias existentes. Los planes de igualdad de las empresas, que, a tenor de los comentarios de los dirigentes sindicales, todavía no están implantados correctamente en todos los lugares, también pueden ayudar a llegar a la meta más pronto que tarde.
En este punto, cabe recordar que esto no es nada revolucionario ni pretende cambiar por completo el sistema.Sin entrar mucho en este tema, destacar que el artículo 14 de la Constitución proclama que «los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social» y el 35 recuerda que «todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo».