Ayer, sábado 12, celebramos los españoles nuestra Fiesta Nacional. Como ya viene siendo habitual, los Reyes presidieron el tradicional desfile de las Fuerzas Armadas, en Madrid, en medio de los aplausos y vítores a la Familia Real y los abucheos a Sánchez y su corte. Desde 1892, reinando Doña María Cristina, madre de Alfonso XIII, a propuesta de Don Antonio Cánovas, se declaró el 12 de octubre la Fiesta Nacional española. La elección se basó en la conmemoración del descubrimiento de América por los españoles en 1492, en ese día 12 de octubre de aquel año. El mismo año en que se consumó la unidad de España con la conquista del último reino moro, en Granada. España llegó a ser una gran potencia y su lengua y cultura se extendieron por distintos territorios en todo el mundo. Al mismo tiempo fue creciendo el número de detractores que dio lugar a la nefasta y mentirosa Leyenda Negra que fue difundiéndose por todo el mundo desprestigiando a España y su cultura. Los historiadores tanto españoles como extranjeros de indiscutible prestigio vienen desmintiendo los bulos y las tremendas mentiras que la Leyenda Negra ha extendido sobre la conquista de América. Pero a partir de 1820, cuando se consuma la independencia de los diferentes países hispanoamericanos, las calumnias y mancillas hacia España alcanzan su apogeo. En el siglo XX surgen los movimientos indigenistas, apoyados por la extrema izquierda, que basan su acción política en el total rechazo a España, acusada de haber cometido inmensos genocidios con la población indígena americana. Este odio a España y la Hispanidad viene apoyado por los partidos de extrema izquierda que gobiernan en España, como hemos podido comprobar con asombro y pena, en el reciente conflicto planteado por el Gobierno mexicano defendiendo su absurda exigencia frente al Rey Felipe VI. En las universidades españolas regentadas por sectores independentistas presentes en el gobierno español, se sigue estudiando el acontecimiento más importante de nuestra historia con los mismos criterios que la emborronan, tomados de la Leyenda Negra ferozmente antiespañola. Así estamos.