El restaurante La Bodega del Canal, situado en la localidad de Villamuriel de Cerrato, abrió ayer sus puertas con una gran afluencia de gente, tanto en su terraza como en sus  amplios salones.

«Aquí antes había otro restaurante. Estábamos enamorados del local y nos parecía un espacio espectacular para montar un negocio. También  lo estábamos de nuestra tierra; por eso decidimos ponernos manos a la obra», comenta Alberto Beltrán, jefe de sala del mesón. «Se ha priorizado tanto la contratación de gente de la provincia como la materia prima y todos los proveedores, ya que también son de la tierra. Tenemos un enclave mucho más que espectacular», añade Beltrán.

La apertura de este restaurante es «un reto tremendo», y en el que se respetan «todas las medidas a raja tabla porque tenemos un espacio enorme», expresa.

El mesón ofrece todo tipo de comidas a gusto del consumidor. «Estamos en un marco incomparable y damos una carta muy surtida y variada, con un menú del día muy diverso y entrantes y comidas de todos los rincones de la provincia. También celebraremos grandes eventos, como bodas o comuniones», asevera el jefe de sala.

Pero no es un proyecto que ha surgido de la noche a la mañana. Ha sido una idea que venían pensando desde hace «más de año y medio, desde finales de 2018». «Lo hemos ido procesando muy despacio, queríamos estudiarlo al detalle, y no se ha escatimado en nada para poder tenerlo a gusto del consumidor», concluye Beltrán.