La comarcalización, es decir, la concentración de servicios públicos y privados en los núcleos poblacionales cabeceras de comarca, es una respuesta viable, económica y financieramente hablando, a la despoblación y al envejecimiento demográfico. Estamos de acuerdo hasta cierto punto, puesto que en absoluto es una solución a largo plazo al gravísimo problema que nos ocupa y preocupa.
Social y demográficamente no es una solución, es una alternativa de urgencia a la situación que venimos padeciendo y que, sin lugar a dudas, seguirá agravándose en el futuro. También a los medianos y grandes pueblos la tragedia del abandono está llamando a su puerta, aunque esto se produzca a medio plazo. Perdemos población en todo el territorio y la dispersión es un hecho innegable, el éxodo rural y la extinción de la vida en nuestros pueblos es palmaria e incuestionable e incontestable. Trágico, pero cierto.
En primer lugar, hay que fijar población con medidas e iniciativas que redunden en defensa de la existencia de servicios públicos básicos.  No se pueden cerrar centros de salud o escuelas, aunque estos sean ruinosos. Más dinero se gasta en otras partidas presupuestarias de dudosa rentabilidad. Se deben mejorar las infraestructuras y las comunicaciones de los núcleos de población, para así garantizar la salida y la llegada tanto de personas como de mercancías. La red viaria y ferroviaria local y comarcal debe ser asumida, pese al coste económico de esta demanda social, por parte de las administraciones competentes. No al cierre de estaciones de tren o paradas de autobuses.  Se deben financiar los establecimientos comerciales, bancarios, hosteleros y farmacias de la población rural. La población debe estar debidamente atendida en sus necesidades básicas.
En segundo lugar, hay que repoblar mediante incentivos a la natalidad y a la inmigración. Se deben implementar iniciativas para atraer población con el reclamo de buenos equipamientos y servicios –banda ancha de Internet o buena cobertura de telefonía, pongo como ejemplos- que garanticen comodidad y ventajas para la apertura de negocios y la ubicación de población. Pero de todo esto, seguiremos hablando.