Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Recesión

08/04/2025

Mientras escribo estas líneas, caen con fuerza las bolsas europeas. Ya lo han hecho las asiáticas y se teme que lo haga la norteamericana. Las pérdidas son, y serán, de muchos miles de millones. Y quizás lo peor sea, además, que nadie vislumbra una salida si Trump se mantiene tan cerril como hasta ahora. La incertidumbre es total; los miedos, enormes. Dos de las entidades más famosas en el terreno financiero, Goldman Sachs y JP Morgan, pronostican que la economía de los Estados Unidos entrará en recesión este mismo año. Sin embargo, ahí tienen al gran estratega económico, don Donald, asegurando que el problema generado por los aranceles es "hermoso". Así como suena. Lo dijo en el avión presidencial al regresar a Washington tras pasarse el fin de semana jugando al golf en su finca de Florida. Por cierto, prefirió ir a darle a la bolita que recibir al argentino Javier Milei que había ido a rendirle pleitesía, hacerle la pelota y a ver si se le caía alguna limosnita. No pudo ser. Trump escogió ir de hoyo en hoyo mientras ¿pensaba? como metía más en un ídem a la economía mundial. Tampoco parecieron afectarle las miles, y numerosas, manifestaciones que se registraron en todas las grandes ciudades norteamericanas contra su política, ni las opiniones y quejas de gentes que hasta hace poco le adoraban, pero que ahora empiezan a dudar de él. Están perdiendo mucho dinero y eso, claro, no era ni lo pactado ni lo esperado. Si míster Trump no ceja en su empeño, y va a ser que no, habrá que contener la respiración hasta que mañana mismo entren en vigor sus decretazos sobre los aranceles. China ya ha respondido; más conflicto. Europa dice que está preparada para dar una contestación medida y adecuada, aunque pide dialogar antes del enfrentamiento por las bravas. El mandatario yanqui suele, asimismo, hablar de diálogo, pero luego hace lo que le da la gana sin contar con los demás. ¿Le entrará, por fin, la sensatez? Lo dudo, aunque la esperanza sea lo último que se pierde. Y, al fondo, la espada de Damocles de la recesión con su carga de caída de la producción, cierre de empresas, más paro, inflación y ¿guerras?