Ilia Galán

Ilia Galán


Salud en Palencia

12/08/2024

Leo en estas páginas la noticia de que el 96% de los palentinos cuenta con tarjeta sanitaria, pero, a veces, uno tiende a leer las noticias al revés, porque nos da más información. Es decir, un 4% no la tiene, ¿cómo es posible? ¡Cerca de seis mil personas carecen de ella!
Cuando uno lee que esto es similar en otras provincias y que no están las cifras de las tierras nuestras en mal lugar, admirado queda de tal misterio sin igual. El asunto no estriba en que haya o deje de haber tarjetas y papelitos, sino que todos puedan acceder a un médico y accedan a los medios para lograr la salud. Donde esto no ocurre, las plagas se extienden y las vidas se arruinan sin necesidad; una enfermedad que podría haberse curado fácilmente se deja y crece, matando o dejando impedido a quien la sufre. Tener casa, alimento y salud son requerimientos esenciales de cualquier persona. Una sociedad rica, como la nuestra, debe atender a las necesidades mínimas. Dentro de nuestra comunidad, solo Valladolid logra el 100% y aun superan allí las tarjetas el censo, hasta los residentes temporales la tienen. Parece merecedor de aplauso lo que allí sucede.
Sin embargo, yo me pregunto, ¿a qué rayos tanta burocracia de tarjetitas y sistemas? ¿No podría bastar el documento nacional de identidad o el ser persona, sea y venga de donde venga? 
El sistema sanitario ha ido deteriorándose por el crecimiento de la población anciana y por la plaga pasada, nuestros gobernantes no lo cuidan como antaño, las trabas administrativas entre comunidades son innecesarias, dolientes, torpes e injustas. Tendríamos que poder ir al hospital más cercano, aunque fuese el de Santander, si nuestra circunstancia por allí nos lleva... Las administraciones y sus demonios kafkianos han de simplificarse para ser realmente eficientes. Tenemos que poder vivir sin papeles o tarjetas, la persona es lo importante, no las oficinas y sus pérfidos ordenadores, que según dicen, nos ordenan, pero sobre todo nos controlan. Bien está que el expediente de un enfermo se pueda consultar en otro lugar, eso sí, pero ni en eso aciertan... Las barreras, demasiadas, todavía, imperan.