José Javier Terán

El rincón palentino

José Javier Terán


Agosto

07/08/2024

Pues como el que no quiere la cosa, estamos ya en el segundo de los dos meses típicos del verano de toda la vida, agosto.  Y claro, como era de prever y porque así debe ser además, el calor viene apretando de lo lindo. Porque, de otro lado, ¿cuándo si no lo va a hacer?
Bien es cierto que la fuerza de sus rayos no descarga por igual en todo el territorio peninsular e insular.  Ya lo sabemos de cada verano y así viene ocurriendo, que unos buscan este elemento por encima de todo en tanto otros huyen de él a poder que sea.
Pero vamos, que eso es así y no se puede cambiar. Lo que a lo máximo se puede, es buscarlo y gozar de él en su máxima expresión, si ese es el interés; o ponerse a cubierto y combatirlo de las formas habituales.
Eso sí, como consecuencia de todo ello, en el plano general el país va al ralentí en muchos aspectos de la vida, sin que los motores de la actividad se paren en su totalidad, en efecto; pero sí que se encuentran al mínimo de revoluciones; logrando así permanecer en activo en modo digamos conservación y con muy poca actividad.  Sólo la básica, podría decirse.
Porque la mayoría del personal -según turnos-, anda fuera de sus puestos de trabajo, disfrutando de unos merecidos días de vacaciones; que estamos en el mes en el que estamos y es lo que prima por encima de todo. Claro que aun partiendo de esa premisa, dado lo convulso que está el área de la política en nuestro país de un tiempo a esta parte, no todo el mundo anda gozando por igual del descanso cuasi total como ocurría tiempo atrás; si acaso, unos pocos días tan solo que se habrán podido tomar a caballo de tal o cual súper imprescindible momento de tener que permanecer al frente de los botones de mando.  Y pare usted de contar.
Que los acontecimientos en ese aspecto no pintan nada bien y no se muestran pacíficos para que uno se pueda permitir el lujo de irse de vacaciones todo un mes y descansar cada día a la pata la llana, como sin duda sería lo ideal; porque demostraría que las cosas caminan por su cauce habitual y ya llegará septiembre para ponernos las pilas y tirar hacia adelante.
En cualquier caso, ¡feliz mes de agosto!, claro.   

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