Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


Y lo llamaron patata

05/05/2024

Utilizamos alimentos o utensilios que tienen su gran historia, tal es el caso de la patata; un tubérculo de lo más consumido y que más ha ayudado en tiempos difíciles de hambruna, no en vano la llamaron «matahambres»,  a la que no han faltado ni alabadores ni detractores, algo difícil de resumir en unas pocas líneas, como el agradecimiento que le debemos. En el siglo XVIII la publicación francesa L'Ecole de Potajes dictaba: «He aquí el peor de todos los productos vegetales». En efecto. La patata gozaba de poca aceptación en la patria de la buena mesa. En 1613,  Luis XIII se hizo servir un buen plato pero esto hay que señalarlo como curiosidad puesto que tardaron años en reaparecer en la mesa real que era la que dictaba la moda gastronómica. La fama de Monsieur Parmentier consiste en haber logrado que los reyes franceses incorporaran este tubérculo a sus mesas y él, la flor patatera en su solapa. Cuando entra en escena este hombre altamente educado que nadie contaba con que era incansable, esta planta ya había recorrido muchos países europeos, y participado con Federico de Prusia en la Guerra de los Siete Años, 1756-1763, en la que pudo comprobar el papel que desempeñarían las patatas en la alimentación de los alemanes. Y así fue como la rechazada y humilde patata iba encontrando su sitio a la medida de las pasiones filantrópicas de Parmentier. Y…siendo Castilla y León, al menos en mis recuerdos, una de las principales regiones productoras de las mejores patatas del mercado y con capacidad para competir en calidad-precio, la Junta debería tomar decisiones políticas para que se aproveche todo el aforo productivo y pueda llegar con facilidad a los consumidores sin trampa ni cartón, con lo que además de promocionar su venta, sea demandada por su rico sabor. Toda la vida llevan quejándose con eso que llaman «industria de distribución», pero hasta ahora no ha habido quien lo arregle. Y puesto que nadie debe trabajar por amor al arte, bueno sería dejar de hablar de cubrir costes y pasar a precios justos con la implicación de la Junta, al tiempo de proporcionar empleo que buena falta le hace a esta tierra que debe espabilar.