Ya va para dos años, señorías, que les sugería por aquí mismo una visita al Museo de Villabellaco, donde mi buen amigo Herminio y su mujer, Carmen, explican a todos los visitantes la historia de Palencia, la historia Castilla y León a través de maquetas en movimiento que su ingenio ha creado. Y vienen a verlo de todas partes: León, Bilbao, Navarra, Barcelona. Un inglés escribió en el libro de visitas: «He visitado museos por todo el mundo y no he visto ninguno como este». Ni se imaginan la lucha que Herminio ha mantenido para lograr que su taller llegara con un mínimo de dignidad a nuestros días. Primero fue la señalización. En aquella ocasión hubo suerte, gracias al delegado Luis Domingo González Núñez, burgalés, actualmente Director General de Innovación y Formación del Profesorado. Algo se hizo cuando estuvo presidiendo la Diputación Ana María Asenjo y gracias al trabajo del cerverano Javier Fuertes, entonces en el Grupo de Santa María la Real, se consiguió la categoría de Centro de Interpretación de Patrimonio Cultural. Hay que destacar -siempre me lo recuerda Herminio-, el esfuerzo y el reconocimiento del delegado de la Junta actual, que lo conoce y hace lo que puede para que no se quede todo en agua de borrajas. Pero la actual Diputación ha hecho oídos sordos. Ni siquiera cuando han venido de visita a Barruelo, pedanía a la que pertenece Villabellaco, se han dignado a acercarse a visitar este museo al que anualmente ayuda sin conocerlo. Y como la Diputación, de igual modo, han hecho oídos sordos otros ayuntamientos. ¿Cómo van a prosperar estos pueblos si ustedes son los primeros que ignoran la importancia de contar su historia, si ustedes ignoran a la gente que pasó su vida tejiendo en silencio un hermoso tapiz donde se inmortaliza todo lo que son, todo lo que fueron. Si ni se han dignado visitar y conocer un museo al que se acercan gentes de toda España… Me dirijo, principalmente, a los ayuntamientos de Aguilar, Barruelo, Brañosera, Castrejón de la Peña, Santibáñez de la Peña, Guardo, La Pernía, Salinas y Cervera de Pisuerga.. Jesús González, alcalde de San Cebrián de Mudá, ya lo conoce, habla con Herminio a menudo y entiende su desesperación. El autor lo que desea es encontrar un relevo, que este espacio pueda servir de lección para todas las generaciones venideras aquí o en otra parte. Lo primero que le dije, cuando lo visité, es que era necesario enseñárselo al mundo, porque quien ve todo aquello en movimiento, no entiende la ceguera de su provincia, la ceguera de su gente. No entiende que con un recurso tan importante como este para el turismo, estemos a punto de anunciar su cierre.