La Villa Romana La Olmeda recuperó ayer el boato del Bajo Impero con la recreación de la visita de Prisciliano de Ávila, «una de las figuras más importantes de la historia del imperio en occidente». El motivo no es otro que la filmación del documental Prisciliano y la Gallaecia, en el que se reconstruye la biografía de este obispo hispanorromano que tras ser acusado de brujería y agnosticismo fue ejecutado en el año 385 en Tréveris (Alemenia). Una figura nacida a mediados del siglo IV en Hispania que procedía de las elites tardorromanas que, por entonces, eran propietarias de lujosas villas residenciales como la domus de Pedrosa de la Vega.
Detrás de este proyecto está la productora Arraianos y el director Aser Álvarez, que cuenta como asesor histórico con Diego Piay, arqueólogo, profesor de Historia Antigua en la Universidad de Oviedo y autor de varias biografías sobre Prisciliano.
Ambos se han propuesto narrar la biografía del personaje «de forma rigurosa», para lo que cuentan con la colaboración de expertos en su figura de países como España, Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia y Portugal. Además, se están desarrollando grabaciones en diferentes ubicaciones del territorio de la antigua provincia romana de la Gallaecia como Ávila o la localidad leonesa de Astorga.
Dichos emplazamientos se han seleccionado basándose en la información ofrecida por las fuentes históricas sobre Prisciliano, y en las hipótesis esgrimidas por los diferentes investigadores que han escrito sobre él a lo largo de las últimas décadas.
«A pesar de que la imagen que ha llegado hasta nuestros días es la de un hereje condenado por la iglesia por practicar la magia, el descubrimiento en 1885 de una serie de tratados en la Universidad de Würzburg por parte de Georg Schepps ha llevado a su progresiva rehabilitación en el mundo académico», explica en declaraciones a Diario Palentino Piay, quien califica al protagonista como uno de los «personajes más relevantes» de su época.