El 87% de los niños de más de 7 años va al colegio acompañado

Carlos H. Sanz
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En Secundaria los alumnos gozan de autonomía. Los caminos escolares quieren cambiar esta situación

El 87% de los niños de más de 7 años va al colegio acompañado

El 87% de los menores de más de siete años acuden al colegio acompañados. Son prácticamente nueve de cada diez alumnos de los 24 centros educativos que hay en la capital, según revela el informe del Laboratorio urbano para la movilidad escolar sostenible: caminos escolares elaborado por un equipo investigador de la Facultad de Educación de la Universidad de Valladolid. 

En ese informe, se refleja también que no es hasta que acceden a Secundaria, con 12 años, cuando se otorga a los hijos una mayor autonomía y se les permite acudir al colegio o instituto solos o en grupo. El cambio de ciclo es clave para muchas familias porque, según el informe realizado por este equipo, en el último curso de Primaria el porcentaje es solo del 32% mientras que en Secundaria se eleva al 98% de estudiantes. 

«Es decir, con prácticamente la misma edad, se les permite ir caminando sin familiares acompañantes pero no en Primaria, propiciando una brusca transición desde el acompañamiento a la autonomía», analiza este equipo de investigadores coordinado por la docente María Tejedor. 

Promover cambios en los hábitos de movilidad de las familias palentinas a través de garantizar un tránsito escolar seguro y más respetuoso con el medio ambiente; y, con ello, permitir a los menores alcanzar un mayor grado de autonomía son, precisamente, los objetivos del proyecto de caminos escolares impulsado por el departamento de Pedagogía de la Facultad de Educación de Palencia de la Universidad de Valladolid, el cual se ha llevado a cabo gracias a la financiación del Ayuntamiento a través de los fondos europeos de la Edusi.

Dar vía libre a los menores para que acudan solos al colegio exige que sus familias se convenzan de que tienen una edad adecuada y venzan el miedo al tráfico y a la inseguridad ciudadana.

«A partir de los 7 años pueden hacerlo, aunque depende de varios factores, pero cambiar el imaginario de los padres es un trabajo que llevará mucho tiempo», explica María Tejedor, la docente coordinadora de este proyecto. 

Para que se produzca ese cambio de mentalidad, el equipo ya ha identificado trayectos y espacios potencialmente seguros para la infancia. Tanto las familias como los propios escolares han señalado las rutas más transitadas, los lugares de encuentro, las zonas peligrosas, los comercios amigos que pueden colaborar, de forma que si un niño tiene algún problema pueda entrar en ellos y echar una mano, y lanzando propuestas para la reducción de vehículos en los entornos escolares, el acondicionamiento de aceras, la creación de zonas peatonales y espacios de juego, el aumento de la presencia de Policía Local en horario escolar y la flexibilidad en la apertura y cierre de los patios escolares.

Toda esta información se ha plasmado en un mapa virtual que está a disposición de los colegios, y que se antoja como punto de partida para tejer una red de caminos escolares que devuelva la calle a los más pequeños.