El centro cultural Lecrác se ha convertido en la segunda casa de la concejala de Cultura, Turismo y Fiestas, Laura Lombraña. Desde su despacho en el número 29 de la avenida de Valladolid ha trazado las políticas y actuaciones que se han desarrollado durante todo el mandato. La actividad de la administración municipal contribuye también a que estas instalaciones muestren su mejor aspecto en la última década, un logro en al que ha contribuido desde el primer día en que tomó posesión.

¿Cómo era el Lecrác que conoció hace casi cuatro años y cómo es el de hoy?

El centro cultural Lecrác ha sido un inmueble con muchas deficiencias desde su construcción con filtraciones de agua que provocaban goteras y hacían imposible el uso de las instalaciones los días de lluvia. Recuerdo un edificio muy frío e infrautilizado pero con muchas posibilidades. Instalé allí mi despacho para poder trabajar de cerca en este centro cultural y a pesar de las muchas preocupaciones del inicio actualmente es una satisfacción ver el cambio de 180 grados que ha experimentado.

Tras las obras de reparación de la cubierta, es un edificio 100% operativo y lleno de vida. Un total de 3.600 metros cuadrados a disposición de la ciudad de Palencia donde hemos querido dar un nuevo sentido a los espacios con un carácter multidisciplinar, convirtiendo al Lecrác en un referente para los jóvenes de la ciudad, para el ocio y la cultura.

El año pasado fue el primero en el que, por fin, el Lecrác funcionó a pleno rendimiento, diez años después de su apertura. ¿En qué cifras se ha traducido esa actividad?

Aproximadamente 65.000 personas pasaron por el centro cultural Lecrác el pasado año. Es una cifra lo suficientemente significativa como para afirmar que la apuesta por poner en valor ha merecido la pena. Cada vez hay más usuarios, más demanda de los espacios, más actividades programadas y un buen ambiente.

¿Qué servicios presta en la actualidad? ¿Cuáles son los que más usuarios atraen?

El centro cultural dispone de 3 salas de estudio con una capacidad de 190 plazas, una gran biblioteca con 36.000 volúmenes, salas de lectura y consulta de bibliografía, sala infantil para el fomento de la lectura, salas de exposiciones, salón de actos y otros espacios multiusos. También la biblioteca es un servicio que atrae a numerosos usuarios. Muchas familias acuden habitualmente. Además, se programan, a lo largo del año, numerosas actividades culturales para dinamizar el centro. Por poner un ejemplo, en el año  2022 se han desarrollado un total de 112 actividades que han reunido a 4.913 personas.

La creación de la gran biblioteca para la zona sur de la ciudad ha sido clave para que el Lecrác luzca por fin con todo su esplendor. ¿Qué recibimiento ha tenido entre los barrios de esta parte de la ciudad? 

La unificación de la biblioteca de Miguel de Unamuno y Avenida de Madrid creando una gran biblioteca municipal en el Centro Cultural Lecrác era un reto y una oportunidad que debíamos abordar con ambición. La acogida por parte de los vecinos del barrio ha sido extraordinaria al igual que el resto de vecinos de la ciudad que acuden. La mejora en la prestación del servicio de bibliotecas ha derivado en un notable aumento de visitantes que, en estos últimos 4 años se ha incrementado en un 37% pasando de 43.674 visitas en el año 2019 a las 60.227 del año 2022, lo que demuestra que la apuesta por una gran biblioteca en la zona sur de la ciudad ha sido una buena decisión.

Tanto a nivel de mejoras como de servicios ¿tiene todavía margen de crecimiento el Lecrác? ¿Cuál debe ser su futuro?

Por supuesto que sí. Es un edificio con un enorme potencial que debe ir adaptándose a las necesidades de la ciudad y a las inquietudes y demandas de los palentinos. El Lecrác crecerá y evolucionará hasta donde los vecinos de Palencia quieran. Nosotros escucharemos sus peticiones y las impulsaremos.

¿Cuál ha sido la última inversión que se ha realizado en el Lecrác?

Con el objetivo de mejorar la experiencia de los usuarios, se ha diseñado e instalado una señalización especial en el conjunto del edificio, tanto en el exterior como en el interior, con un lenguaje claro, tanto textual como icónico, manteniendo una coherencia para que cumplan las funciones de mostrar, orientar, e informar.

En el exterior del edificio se ha intervenido en el vallado perimetral del edificio con la rotulación del logotipo. En la zona interior se ha instalado una señalización vertical general de accesos a las diferentes estancias y una señalización horizontal desde el hall - distribuidor a través de líneas de colores, que guían a los usuarios con tan solo seguir el recorrido de las  líneas de colores, pintadas en el suelo, se llega a la biblioteca, a las salas de estudios, la sala infantil o juvenil entre otros lugares. Este proyecto, cuya inversión asciende a 17.980 euros, ha estado financiado por  la Junta de Castilla y León a través del Fondo de Cooperación Local.