El proyecto para la alcoholera ya tiene arquitecto

Carlos H. Sanz
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ElAyuntamiento contrata por 18.000 euros a Álvaro Gutiérrez Baños para transformar este inmueble del patrimonio industrial de la capital en un espacio polivalente para el barrio de Pan y Guindas

El proyecto para la alcoholera ya tiene arquitecto - Foto: Sara Muniosguren

El Ayuntamiento ha dado un paso más en la recuperación de una importante pieza de su patrimonio urbano con la adjudicación del proyecto de rehabilitación del edificio de la antigua alcoholera, situado en la avenida de Cuba. La redacción del proyecto, que ha sido encargada al arquitecto Álvaro Gutiérrez Baños, tendrá un coste de 17.968,50 euros y permitirá transformar este inmueble abandonado en un espacio polivalente al servicio del barrio de Pan y Guindas.

Álvaro Gutiérrez Baños es un arquitecto palentino reconocido por su labor en proyectos como la rehabilitación de la iglesia de San Pedro en Becerril de Campos, junto a los arquitectos Carlos y Juan del Olmo García, o, más recientemente, la remodelación del salón de actos del Centro Cultural Provincial. Proyectos con un resultado notable que aseguran que la transformación de la antigua alcoholera aspirará a convertirse en un referente para la regeneración urbana de esta zona de la capital.

El edificio, con una planta rectangular de 292 metros cuadrados de ocupación por planta y un total de 750 metros cuadrados construidos, conserva elementos arquitectónicos distintivos como un torreón central que alberga la escalera y sostiene la chimenea. Su distribución simétrica y sus espacios amplios y diáfanos ofrecen una estructura versátil que será clave en su nueva configuración.

El proyecto para la alcoholera ya tiene arquitectoEl proyecto para la alcoholera ya tiene arquitecto - Foto: Sara MuniosgurenAunque será el proyecto definitivo el que establezca la distribución final de los espacios, en el pasado se planteó que la planta baja pueda albergar una sala de lectura de prensa y otra de lectura infantil, además de una sala de estudio. Por su parte, las plantas superiores podrían combinar el uso como sala de estudio con un punto de información y registro del Ayuntamiento, ofreciendo así un servicio integral a los vecinos. Además, se estudian otros usos como centro vecinal para reuniones, talleres culturales y formativos, o incluso un espacio para actividades artísticas como galerías y estudios de fotografía y cerámica.

reurbanización. Con este proyecto, el Consistorio sumará la recuperación de este edificio emblemático del patrimonio industrial de la ciudad a la urbanización, renaturalización y regeneración de la unidad de gestión del barrio Pan y Guindas (UG-1), es decir, del entorno de la alcoholera.

Cabe recordar que, hace unos días, justo antes de acabar el 2024, la Junta de Gobierno Local adjudicó a Obras Herzaco un proyecto que cuenta con un presupuesto total de 402.402,84 euros y un plazo de ejecución de seis meses, y que intervendrá sobre una superficie de 6.382 metros cuadrados, de los cuales más del 50% se destinará a zonas ajardinadas.

El proyecto para la alcoholera ya tiene arquitectoEl proyecto para la alcoholera ya tiene arquitecto - Foto: Sara MuniosgurenAsí, la mejora más importante será la eliminación del paso de vehículos entre la calle México y la avenida de Brasilia, proyectado durante el pasado mandato, y la apuesta por más zonas verdes, caminos y un parque para perros.

El equipo de Gobierno de Miriam Andrés rediseñó el proyecto para evitar que los vehículos circulen por detrás de la alcoholera, «puesto que los representantes vecinales consideraron que el barrio tiene que ser más peatonal y con más espacios verdes y zonas de disfrute», tal y como explicó en su día la primera edil. Los cambios que se plantean logran, precisamente, la unión de esa plaza de la Alcoholera con el resto del barrio a través de la mejora de zonas que se hallan, en la actualidad, en un estado degradado y carente de actuaciones que pongan en valor las áreas ajardinadas existentes.

De hecho, es habitual que cuando llueve se inunde la conexión entre la calle México y la plaza de la Alcoholera, ya que cuando se diseñó no se tuvo en cuenta la colocación de imbornales, o que las zonas ajardinadas, poco cuidadas, presenten desde hace años veredas por donde los vecinos acortan su camino para llegar a otras zonas, como la avenida de Brasilia.

Ahora, de los 6.382 metros cuadrados en los que se actuará, la mitad serán jardines (3.621 m²) que tendrán caminos centrales de arena compactada (igual que los del parque Isla Dos Aguas) y 800 metros cuadrados de nuevos acerados. Además, como en la ciudad hay mucha demanda de espacios para poder tener a los perros sueltos, se creará una zona de 220 m² que estará vallada y en la que se permitirá a los canes disfrutar sin tener que estar atados, conviviendo sin molestar a niños y peatones.