Los espacios acuáticos españoles han registrado 422 muertes por ahogamiento no intencional a lo largo de 2023, lo que supone un incremento de casi el 8 por ciento respecto a los 391 fallecimientos que se dieron en 2022, según la estadística que realiza la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.
Además, el dato del pasado año supone el peor desde 2019, en que se dieron 440 óbitos por esta causa, y el cuarto peor registro en la serie histórica, es decir, en los últimos nueve años, desde que en 2015 la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo comenzó a contabilizar los ahogamientos mortales en el Informe Nacional de Ahogamientos (INA). Junto a 2019, solo 2017, con 481 personas, el año que más pérdidas de vidas humanas se han dado, y 2016, con 437, han superado la cifra que se ha producido entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2023.
Y, en base a estos datos nacionales, la provincia de Palencia no ha ayudado mucho en mejorarlos puesto que el incremento de fallecimientos por ahogamiento no intencional se incrementó en un 500 por ciento en el año 2023, al pasar de un fallecido en 2022, muerte ocurrida en una piscina, a los cinco contabilizados el pasado año, tres casos en un río y otros dos en espacios acuáticos.
Así las cosas, los cinco fallecimientos registrados durante 2023 se produjeron en enero (2), marzo (1), mayo (1) y julio (1).
LOS CINCO CASOS. El primer caso se confirmó el 5 de enero cuando miembros del Cuerpo Municipal de Bomberos de la capital procedieron a la extracción del vehículo precipitado al río Carrión con su conductor en el interior, un hombre de 42 años que falleció y fue rescatado del cauce fluvial tras varias horas de búsqueda.
El cadáver fue encontrado a 70 metros del coche que cayó al río por causas que se están investigando. El vehículo quedó balizado en la zona del suceso y fue asegurado por los buzos integrantes del Grupo Especial Operativo (GEO) de la Policía Nacional -con sede en Guadalajara y que se desplazó desde Cantabria tras realizar otra operación- con una cincha facilitada por los bomberos. Pocos días después, concretamente el 17 de enero, el cuerpo de una vecina de Osorno, de 69 años, apareció sin vida en las aguas del río Valdavia, según confirmó a Diario Palentino el subdelegado del Gobierno, Ángel Miguel Gutiérrez.
El hallazgo de produjo por parte de una de las cuadrillas que participaban en la búsqueda de la mujer, concretamente en un recodo del río. La Unidad Canina de la Guardia Civil con base en Burgos se había incorporado en la noche anterior a las labores de rastreo que se llevaban a cabo en Osorno para tratar de localizar a la mujer.
La Unidad Canina de la Guardia Civil, así como un helicóptero y personal especialista de actividades subacuáticas, mantuvo durante todas aquellas jornadas el dispositivo de búsqueda de la mujer, con el rastreo de caminos, cunetas y lugares de recreo y, por supuesto, el río Valdavia, donde finalmente el cuerpo fue localizado.
El tercer caso se conoció el 13 de mayo cuando los bomberos profesionales del Parque Municipal de Palencia rescataron el cuerpo sin vida de un hombre de 50 años, vecino de Palencia, que estaba flotando en el Canal de Castilla.
El suceso tuvo lugar en torno a las 19 horas y la voz de alarma la dio un caminante que, pasada la esclusa de Viñalta, alertó de un cuerpo flotando en el agua. Hasta el lugar se desplazaron dotaciones de Policía Local y del Parque de Bomberos de Palencia, que sacaron el cadáver del agua.
UN PESCADOR. El 2 de junio, un vecino de Paredes de Nava, de 64 años, fue hallado muerto en el Canal de Castilla mientras pescaba cangrejos a la altura de la citada localidad.
La Sala del Servicio de Emergencias 1-1-2 recibió una llamada a las 10,44 horas de ese día en la que se alertaba de la presencia del cuerpo de un hombre, con una edad comprendida entre los 65 y 70 años, en el Canal de Castilla, a la altura de la depuradora de Paredes de Nava.
Se movilizó a la Guardia Civil, a los bomberos voluntarios de la Diputación, que rescataron el cuerpo del agua, así como a efectivos de Sacyl del centro de salud, quienes certificaron su fallecimiento.
La última víctima se registró el 30 de julio. El Ayuntamiento de Torquemada decidió decretar tres días de luto oficial como consecuencia del fallecimiento de una vecina, de 42 años, en el río Pisuerga tras un accidente.
La mujer murió ahogada en el río Pisuerga, junto al puente en Torquemada. El suceso se produjo minutos antes de las 18,47 horas de ese día según confirmaron a este periódico fuentes del Servicio de Emergencias 1-1-2 de Castilla y León. «Ella estaba en una embarcación de pedales (esta recreación fue puesta en servicio por el Ayuntamiento en el verano de 2021) junto con otras personas y se deslizó por el tobogán de la misma y ya no salió del río. No sabemos realmente lo que pudo ocurrir. Sabemos que el río tiene un fondo irregular pero el caso es que la chica finalmente no pudo salir adelante», explicó entonces a este periódico el alcalde de la localidad, Jorge Domingo Martínez Antolín.
Por lo demás, el perfil de la persona muerta ahogada en España durante 2023, según la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, es la de un hombre (80,3 %), mayor de 45 años (76,5%), de nacionalidad española (72,5%), que pierde la vida en una playa (54,7 %) o en cualquier caso en un espacio sin vigilancia (75,6%), entre las 10 y las 14 (31%).
En el conjunto de 2023, la playa fue el escenario donde se registró un mayor número de muertes por ahogamientos, 231 del total de 422, es decir, un 54,74 por ciento del total, seguido de ríos, donde tuvieron lugar 63 (14,93%) y piscinas 47 (11,14%), mientras que 81 se produjeron en otros espacios acuáticos.
De las 17 personas ahogadas en diciembre, 6 (el 35,3 por ciento) perdieron la vida en ríos, 3 en playas, una en piscina y siete en otros espacios acuáticos.