La Gran Recogida del Banco de Alimentos reunió 7.785 euros

Julia Rodríguez
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15 colegios de Palencia y provincia recogieron 3.523 kilos de suministros físicos y varias empresas obtuvieron 2.000 kilos

La Gran Recogida del Banco de Alimentos reunió 7.785 euros - Foto: DP

La Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) es una de las instituciones que más directamente combate la pobreza y la desigualdad alimentaria en el país. Cada año, se organiza la Gran Recogida de Alimentos, una campaña solidaria que involucra a miles de personas, empresas y entidades educativas con el objetivo de recolectar productos básicos para quienes más lo necesitan.

Esta se celebró entre el 22 y el 24 de noviembre y logró reunir un total de 7.785 euros en donativos en los supermercados de Palencia y  provincia. A través de este sistema, los clientes donan una pequeña cantidad económica al hacer su compra, que el Banco de Alimentos utiliza para adquirir los productos básicos que luego distribuye entre las familias más necesitadas. Este año, 37 supermercados de la ciudad y su provincia se sumaron a esta iniciativa.

En comparación con la edición de 2023, los resultados han sido significativamente menores. En la Gran Recogida del año pasado, se alcanzaron 13.323 euros en donaciones, lo que supuso un 50% más que en 2024. «Lo que hemos notado es una diferencia importante. El dinero recaudado este año es mucho menor y, aunque la participación ha sido alta, no se puede obviar que el contexto social y económico ha influido en estos resultados», explica Rosa Ortega Bravo secretaria del Banco de Alimentos de la capital.

La Gran Recogida del Banco de Alimentos reunió 7.785 eurosLa Gran Recogida del Banco de Alimentos reunió 7.785 euros - Foto: DPLa razón de esta reducción, según Ortega, es clara, el fenómeno de la Dana en Valencia, que tuvo lugar a finales de octubre, desbordó los esfuerzos solidarios en toda España. La población se volcó masivamente en donaciones para las víctimas del desastre meteorológico, lo que desvió una parte significativa de los recursos que normalmente se recogen en la Gran Recogida de Alimentos.

«La gente ya había hecho muchas donaciones antes de nuestra campaña, lo que ha afectado al total recaudado. No es que haya disminuido la solidaridad, sino que muchos ya dieron su aporte antes de nuestra recogida», apunta.

Colegios y empresas. A pesar de la reducción en los donativos monetarios, la recogida de alimentos físicos ha sido un éxito. En total, se recogieron 3.523 kilos de alimentos a través de la participación de 15 colegios de Palencia y provincia. A la vez, varias empresas locales también se sumaron a la causa, con una aportación de 2.000 kilos  de alimentos. 

La colaboración entre los centros educativos y las empresas sigue siendo un pilar fundamental para el Banco de Alimentos, que ve en esta red de apoyo una de las claves para garantizar el éxito de la campaña.

«La participación de los centros educativos es fundamental, porque involucra a los más jóvenes en la solidaridad y les enseña a ser conscientes de las realidades sociales que nos rodean. Este tipo de acciones son muy importantes, ya que ayudan a sensibilizar desde la infancia», añade Ortega.

Por otro lado, la recogida de alimentos continúa siendo uno de los actos más significativos de la campaña, donde la solidaridad se traduce directamente en kilos de alimentos no perecederos, que luego serán distribuidos entre las familias que más lo necesitan.

Uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan, y que Ortega ha señalado de manera enfática, es el impacto de la subida de precios en los alimentos básicos. Productos como el aceite, las legumbres, el arroz o la pasta han experimentado aumentos notables en los últimos meses, lo que dificulta cada vez más la capacidad del Banco de Alimentos para adquirir suficiente cantidad para cubrir las necesidades de las familias.

«El incremento de los precios nos ha afectado mucho. Antes, con el dinero recaudado, podíamos comprar grandes cantidades de productos, pero ahora, con los mismos fondos, adquirimos menos», explica Ortega.

Además, señala que, en los últimos años, el perfil de los usuarios  que ocupen al Banco de Alimentos ha cambiado. «Ahora tenemos más familias jóvenes con niños pequeños, parejas que, aunque trabajan, no pueden cubrir los gastos básicos. Esto se debe a que los salarios no han subido al mismo ritmo que los precios de los productos», comenta.

La crisis económica no solo se refleja en los precios, sino también en el aumento del número de familias que requieren ayuda. Atienden a unas 1.900 personas, lo que incluye a unas 272 familias. «En los últimos años, hemos visto un aumento significativo de familias que acuden a nosotros. Muchas de ellas se han visto obligadas porque los sueldos no alcanzan, y las ayudas sociales, en muchos casos, no son suficientes», explica.

Una de las cuestiones que Ortega aborda con preocupación es la dificultad de acceso a ayudas sociales. «Hay familias que antes recibían ayuda de los fondos europeos o de otras instituciones, pero ahora, con la nueva implementación de las tarjetas monedero, muchas personas han quedado fuera del sistema. Esto supone un grave problema para esas familias que no tienen acceso a esas ayudas directas», señala.

A pesar de los obstáculos, Ortega se muestra optimista: «Estamos muy agradecidos por la respuesta de la comunidad. A pesar de la reducción en los donativos, la gente sigue siendo solidaria, y eso nos da esperanza para el futuro», concluye Ortega. 

Sin embargo, el Banco de Alimentos de Palencia sabe que los desafíos seguirán creciendo en los próximos años. El aumento de la pobreza, la crisis económica, y la falta de acceso a ayudas son cuestiones que necesitan ser abordadas con urgencia.

El Banco de Alimentos de Palencia prevé implementar en 2025 un programa de orientación a las familias 

El Banco de Alimentos de Palencia tiene en mente, de cara a 2025, varios proyectos y mejoras para seguir haciendo frente a la creciente demanda de su labor solidaria. Conscientes de que las necesidades han aumentado y que las familias en situación de vulnerabilidad requieren más que simplemente una distribución de los alimentos, los responsables de la organización están trabajando en nuevas iniciativas que buscan ofrecer un apoyo integral a quienes atraviesan dificultades económicas. 

Uno de ellos es la implementación de programas de orientación social para las familias beneficiarias. «Queremos ofrecer más que solo alimentos. Queremos ayudar a las familias a orientarse, a saber a qué ayudas pueden acceder y cómo moverse dentro del sistema de servicios sociales», explica Rosa Ortega Bravo, secretaria del Banco de Alimentos de la capital.

Este proyecto tiene como objetivo ofrecer a las familias una guía que les permita gestionar mejor sus recursos y a encontrar las ayudas adecuadas disponibles, ya sea en el ámbito del SEPE, la Seguridad Social o incluso en Hacienda. «Nos gustaría organizar charlas y talleres, dos veces a la semana, para guiar a las familias en el proceso de solicitud de ayudas o en la búsqueda de recursos», afirma Ortega.

Más compromiso. Otro de los proyectos que tiene en mente el Banco de Alimentos es la creación de un voluntariado más comprometido. Si bien la solidaridad de la comunidad ha sido constante, Ortega señala que la organización necesita voluntarios comprometidos que puedan ofrecer su tiempo de manera regular. «Lo que necesitamos es un voluntariado más comprometido. No es suficiente con personas que vengan una vez al mes. Queremos gente que se comprometa a venir dos o tres días a la semana, para que podamos organizarnos mejor y tener un apoyo constante», comenta Ortega.

Además, Ortega destaca que la diversidad en el perfil de los voluntarios es clave. Necesitan tanto personas jóvenes, con energía y capacidad para manejar tareas físicas, como mayores que puedan aportar su experiencia y conocimientos. «Es fundamental tener un equipo equilibrado. No se trata solo de tener voluntarios, sino de tener un voluntariado responsable que sepa lo que tiene que hacer y que se comprometa, concluye Rosa Ortega Bravo.