El blanco de la bodega Señorío de Valdesneros (Torquemada), el rosado de Pagos de Negredo (Palenzuela) y el tinto roble de Carreprado (Alba de Cerrato) fueron los vinos que deleitaron ayer el paladar de los asistentes en la primera de las tres catas programadas en la Diputación. «Lo que pretendemos es lo mismo que hemos hecho el año pasado en todas las ferias. A través del vino, queremos hablar del enoturismo en mayúsculas. No es solo turismo de vinos, sino hacer que el propio vino sea el hilo conductor para conocer toda la riqueza patrimonial y gastronómica que tiene el Cerrato palentino», explicó Javier San Segundo, uno de los coordinadores del evento y colaborador de Diario Palentino. «Hay que hablar del Cerrato como destino enoturístico», añadió la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén.

«Como las bodegas que protagonizan la cata están en diferentes localidades, las vamos enlazando con sus respectivos puntos de interés turístico, así como con las ferias y los reconocimientos de cada zona», subrayó San Segundo. 

El maridaje se complementó con una oferta de productos de Alimentos de Palencia como acompañantes, elaborados por Ruralchef  (Víctor Carranza) y Ana Meraki, de Meraki Pastelería Inclusiva. Junto al vino blanco, los asistentes disfrutaron de una tosta de pan sin gluten de Frómista con cecina de Villaramiel y cebolla caramelizada de Palenzuela; con el rosado, un risoto de queso del Cerrato; y con el tinto, croquetas de lechazo asado con pan crujiente. 

BUENAS PREVISIONES. Este ciclo de catas continúa la campaña enoturística Saborear lo auténtico, iniciada en 2022, con la que «se difundieron los vinos del Cerrato», como detalló el diputado de Turismo, Franciso Pérez. La previsión para las siguientes catas, que tendrán lugar los próximos 17 de agosto y 13 de septiembre, es que «se cubran las 30 plazas que se ofrecen en cada una», concluyó.