Aterriza septiembre y tenemos sobre la mesa los mismos problemas que dejamos planteados a finales de julio. Es decir, tampoco agosto nos ha echado una mano. La playa, el sol y las fiestas de los pueblos no suelen ayudar en estos menesteres. Así que toca remangarse y a ver si hay suerte. No soy optimista, más bien al contrario. ¿Cuántos años llevamos con el lío de la financiación autonómica? Ni se sabe. ¿Cuántos transcurrirán hasta que llegue una solución aceptada por todos?. Cuan largo me lo fiais. No hay acuerdo ni siquiera entre las comunidades del mismo signo político. Y así es casi imposible el pacto. Entre las del PP solamente van al unísono para denunciar el que llaman privilegio de Cataluña. En lo demás, las diferencias son notables. Verbigracia: Madrid, Valencia, Baleares y Andalucía reclaman justo lo que rechazan Castilla y León y Galicia, por citar únicamente dos. El primer grupo exige más dinero por estar más pobladas y recibir ahora menos per cápita. Las otras piden que se valore el coste de los servicios (sanidad, educación) en zonas casi despobladas y muy envejecidas. No es igual mantener abierto un colegio en Móstoles o Manises que hacerlo en las montañas de León o la Sanabria zamorana con tres alumnos. Lo de Cataluña ha reabierto un melón que nunca se había cerrado. Al PP le ha venido muy bien para atacar a Pedro Sánchez y hablar de igualdad entre españoles. Desde el gobierno central insisten en que el acuerdo con ERC no es un concierto a la vasca, pero, a estas alturas, aun no sabemos exactamente en qué consiste. Y los distintos relatos no coinciden, algo que tiene al personal bastante desconcertado. Y en el aire, muchas preguntas. Por ejemplo: ¿habrá dinero para todos, según anuncia la ministra y vicepresidenta María Jesús Montero?, ¿se apaciguarán las regiones que protestan si les llenan los bolsillos y entonces, claro, la injusticia de ahora será menor, mucho menor?, ¿Castilla y León logrará mejor financiación para sus caros servicios o se conformará con dinero contante y sonante que invertirá cómo le parezca (ya ha sucedido en otros campos)? Claridad. Y solidaridad.