La procesión de ayer en Carrión de los Condes, la organizó un año más la Cofradía de la Santa Vera Cruz y, aunque es relativamente reciente, se considera una de la más peculiares por la integración que se hace en la misma de otras cofradías. Como es habitual, a pesar del tiempo, que retrasó la salida y recortó el recorrido de la procesión, volvió a desfilar el Ecce Homo, una magnifica talla de Melchor García (1739) conocida, también, como Cristo Atado a la Columna y la Dolorosa de la Cruz, de inicios del siglo XVII, con manto negro bordado en oro por las Carmelitas en 2008.
Por sexto año procesionó también el Ecce Homo de Villaherreros portado a hombros por niños y, por primera vez, el Jesús de la Cruz, un pequeño paso portado por niños. En esta ocasión, la Coral Carrionesa no pudo cantar al paso de las tallas por el pórtico de Santiago, ya que el itinerario se redujo al tramo entre la ermita de laCruz y la plaza de la Constitución.