Castilla y León contará con el proyecto de Ley de Presupuestos para 2025 presentado «en tiempo y forma». Es decir, antes del 15 de octubre que el Estatuto de Autonomía marca como límite, algo que no ocurre en la Comunidad desde el año 2017. Después la Junta y el Grupo Popular de las Cortes tendrán que arremangarse para amarrar los 10 votos que necesitan para que salgan adelante unas cuentas cuya tramitación se inició todavía con Vox dentro del Ejecutivo regional. «Mi intención es presentar los presupuestos en tiempo y forma y conseguir el acuerdo para la aprobación», señaló ayer el presidente Alfonso Fernández Mañueco, que enmarcó su aprobación dentro del «diálogo» que abrirá con todas las fuerzas políticas.
Durante la rueda de prensa para dar inicio al curso político, el dirigente regional explicó que, a diferencia del año pasado, el Ministerio de Hacienda ya ha facilitado a la Consejería de Economía los datos macroeconómicos y avanzó que en la ley de Medidas de Acompañamiento irá una reducción del IRPF en línea con la ya existente. «Ese es mi objetivo –presentar los presupuestos– nuestro objetivo, el objetivo del Gobierno».
Preguntado por un posible adelanto electoral tras quedar en minoría en las Cortes tras la salida de Vox de la Junta, Fernández Mañueco volvió a desechar esa posibilidad y reiteró que su intención es «agotar la legislatura» con independencia de que haya o no presupuestos para el 2025. «Empieza una nueva etapa y nuestro objetivo es diseñar el futuro de Castilla y León».