Trijonero, en el vocabulario de Tierra de Campos, especialmente utilizado en Paredes de Nava, dícese de la persona curiosa, entrometida. El ClubVilla de Paredes organizó su particular y singular trail, de marcado carácter solidario.
De sólo siete kilómetros y de dificultad mínima (no exenta de alguna rampa de cierta entidad), con paso por la ermita de Carejas y Torredondo, es una prueba peculiar. De acentuado sentido rural (como debe ser), entre tierras y alpacas a modo de soportes publicitarios, con salida y llegada en el Camino de Tejar y con 300 euros de premio no para los ganadores (para ellos, una inmensa chapata de pan) sino para los buscadores de tesoros, de diez lazos con un valor de 30 euros (uno por persona). Y para que los traileros se sientan partícipes, todos recibieron su camiseta conmemorativa y fueron divididos los atletas entre forofos (populares) y selectos (con cierto nivel). Pero especialmente, el carácter de esta prueba es principalmente solidario. Para la Asociación Claudio León Gutiérrez y para el niño Yeray Rebolledo García, que está diagnosticado con una enfermedad rara, denominada síndrome CHD8. El pequeño Yeray, junto a sus padres, tomó parte en la carrera para los chupetines, posterior a la absoluta.
80 participantes. Aunque con cierto apoyo de Runvasport a nivel de infraestructura, el peso de la organización corrió a cargo del Villa de Paredes y el Ayuntamiento de la localidad. Sin chip en los dorsales (escritos a mano) y realizando las clasificación con bolígrafo y papel, a la antigua y añorada usanza. Si se es popular, lo es hasta las últimas consecuencias. Ochenta atletas se atrevieron a tomar parte en esta prueba.
Los atletas de 'élite', impusieron su ley. Julio Peña Arce (Club de Montaña Orza) y Alicia Diago Ortega, dos de los clásicos, se llevaron el triunfo con autoridad. El resto de los humanos, de los forofos, mejor dicho, se jugaron los otros puestos de las clasificaciones. Pero ganar, ganaron todos. Una mañana de marcado carácter popular, conociendo la España vaciada (vacilada, más bien, en muchos aspectos) y ayudando a un niño. Y dejando Paredes conociendo una palabra más de nuestro extenso y singular vocabulario: trijonero.