Menos tiempos de pago en el transporte y ayudas aún escasas

J. Benito Iglesias
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Aempatra reconoce esperas más cortas en carga y descarga de mercancías y reclama apoyos económicos para el cese anticipado y el relevo generacional

Menos tiempos de pago en el transporte y ayudas aún escasas - Foto: Juan Mellado

Han pasado poco más de dos años de un huelga que dejó entrever las carencias y necesidades del transporte de mercancías por carretera, en la que el sector se plantó y pidió acuerdos y soluciones inmediatas. De aquellas reivindicaciones, con la festividad del patrono San Cristóbal de por medio, que tiene lugar hoy, se ha mejorado en algunos aspectos como la reducción de los tiempos de pago de los portes de 110-120 días a los 50-60 actuales con un menor esfuerzo financiera, esperas mucho más cortas para la carga y descarga y la supresión para muchos profesionales del camión de tener que llevar a cabo esta tarea a las llegadas y salidas en los centros de trabajo.

En el tintero quedan muchas cosas y no es oro todo lo que reluce, ya que después de un 2022 donde hubo un repunte, tanto en 2023  como en lo que se lleva de año la carga de trabajo es menor y los altos costes que  afrontan los  profesionales siguen lastrando la rentabilidad en el día a día, con cantidades desorbitadas cuando hay que adquirir un nuevos vehículos.

Así lo pone de manifiesto el presidente de la Asociación Empresarial Palentina de Transportes (Aempatra) y, a su vez, portavoz de la Federación de Empresas de Transporte de Mercancías por Carretera (Fetracal), Óscar Baños, que sigue viendo una falta de incentivos para hacer más atractiva una profesión en la que existe una creciente falta de mano de obra.

Menos tiempos de pago en el transporte y ayudas aún escasasMenos tiempos de pago en el transporte y ayudas aún escasas - Foto: Juan Mellado «Hay muchos viajes en los que no tenemos contrato de transporte porque son esporádicos y responden a un cliente que te llama de un día para otro. Cuando baja la demanda, como ha ocurrido, y dependes de los precios, es un problema. El optimismo viene porque  nos acercamos a una época en la que el transporte siempre remonta. La cosecha de este año parece que va a ser muy buena en general y con ello aumentará la carga de trabajo y se podrá dar un empujón fuerteal sector», expuso.

En cuanto a los incentivos para posibilitar el relevo generacional, el presidente de Aempatra recordó que, de momento, la Junta de Castilla y León sacó para obtener el carné de transportista un paquete de ayudas el año pasado de 300.000 euros, 150.000 para las mercancías y 140.000 para viajeros. «Tendremos los resultados a finales de octubre o primeros de noviembre sobre el número de personas que le han sacado. Este tipo de iniciativas las vemos bien, ya que si hay alguien que quiere empezar en el sector le será más fácil. Tampoco va a ser la solución, pero sumando todo y mejorando las condiciones laborales se puede apoyar la llegada de nuevos conductores», indicó. 

Además, aseguró que los tiempos de espera al entregar un porte no han mejorado del todo pero  se han ido solucionado problemas en varios lugares. «Han mejorado en la mayoría de los sitios, sobre todo plataformas logísticas. Antes llegabas y tenías que estar ahí esperando a la intemperie y ahora te dan un busca o te cogen el número de teléfono, te llaman a la cabina y estás avisado», arguyó.

A pesar de ello, quedan aún muchos flecos que limar para el sector del transporte. «No tenemos apenas apoyo para el tema del carburante con un precio progresivo y en el gasóleo profesional la ayuda de 0,040 céntimos por litro es muy escasa. Pedimos, además, que se vuelva a aumentar la partida de hace poco con 50 millones más costas para la renovación de flotas, y achatarramiento. Somos los primeros interesados en la descarbonización pero el camión eléctrico seguimos sin verlo, por lo menos en vehículos pesados de larga distancia al quedarse muy corta la autonomía. Es un vehículo muy caro y apenas hay puntos de carga y si tú tienes un sitio donde montarlo los cargadores son carísimos y en la mayoría de los polígonos no hay potencia suficiente», espetó.

JUBILACIÓN Y CESE ANTICIPADO. Otros de los caballos de batalla del sector son el cese anticipado de la actividad de transporte y  las condiciones para jubilarse de forma anticipada.  Al respecto, Óscar Baños se mostró claro y apeló a la negociación y condiciones económicas lo menos gravosas posible. 

«Por un lado, están las ayudas para el abandono de la actividad, que siguen pero con una partida pequeña de dinero que debe aumentarse para que la gente mayor que es autónoma lo pueda ir dejando. Luego, respecto a la jubilación anticipada, nosotros no lo vemos mal, pero antes hay que saber cuánto va a suponer y cómo se va a implementar, si va a ser  gradual o no y lo que nos costará, con unos coeficientes reductores de la pensión que puedan ser mínimos. Para ello, habría que ver la cuantía de las cotizaciones, tanto de autónomos como de empresa,  y la mejor forma de implementarlo. De momento, todo está muy verde y hay que hablar de lo que va a suponer en costes para el sector y las condiciones», concluyó.

«Si no se incentiva a la gente con ayudas suficientes nadie va ser camionero al ser muy sacrificado»

Mariano López Rodríguez, de 32 años, es un ejemplo de los desvelos por sacar adelante un oficio que hereda por parte de su padre en la empresa familiar Transportes López Linaje, con dos vehículos en Fuentes de Nava. Hace dos años se implicó en las reivindicaciones del sector que, aunque se van cumpliendo, no apoyan todo lo que es necesario el relevo generacional.

«Para un chaval como yo que terminé mis estudios y quise sacar el carnet y dedicarme a esto, no fue un problema, pero se trata de algo muy vocacional. Si no se incentiva a la gente con ayudas suficientes nadie va ser camionero al ser muy sacrificado», arguye.

Pese a todo, suple los inconvenientes que surgen en el día a día con oficio y profesionalidad. «Tienes que dormir fuera de casa y a veces hay tiempo a sentarte y comer y otras veces no. Tienes jornadas en las que te mojas de arriba abajo y algunas en las que pasas mucho calor.  Aquí son varias cosas las que se juntan y existen  fábricas y almacenes a los que se acude y el trato no es el más correcto», sostiene.

La rentabilidad del sector del transporte de mercancías por carretera se ha reducido mucho en los últimos años y los altos costes para salir a la carretera suponen un lastre difícil de afrontar. Los peajes de autopista, los menús, el carburante y el mantenimiento del vehículo son cada vez más difíciles de asumir. «Yo solo hago rutas por el País Vasco y el combustible,  pese a haber bajado el precio, ya no lo hará más allá de 1,50 euros por litro. Consumiendo  unos 2.500 al mes es complicado rentabilizar tu trabajo. Se subieron los precios del porte porque era necesario, pero desde mi punto de vista, para que todos podamos ganar y vivir medianamente curioso del camión, se tenían que haber mantenido los que teníamos justo después de la pandemia», señala.

más apoyo. Mariano Rodríguez ve necesario que se apoye más a alguien que es autónomo en la compra de un camión y con algún descuento como en el caso del vehículo eléctrico o híbrido si cuajan. «También está el gas licuado, que es más asequible, pero hay pocos puntos de repostaje. Yo lo veo bien para tema  desde reparto por Palencia y provincia y Valladolid o contar con un camión eléctrico pequeño para trabajar solo por la ciudad, ya que los grandes no tienen autonomía suficiente para grandes rutas y su precio es muy alto», opina.

Pese a las dificultades, el joven camionero duda en seguir adelante. «Desde que tengo uso de razón he viajado con mi padre, he estado en este mundo y oído desde niño que no me dedicara a esto. Los mismos problemas que yo vi hace 25 años siguen  ahora. Lo que pasa es que nos gusta, lo llevamos bien y seguiremos en el tajo», concreta.