Castilla y León aceptará durante la Conferencia Sectorial de Infancia que se celebrará hoy la acogida de los 21 menores migrantes que le corresponden. Decisión que se producirá bajo la sombra de la amenaza de Vox de romper sus gobiernos autonómicos con el PP en aquellas comunidades que acaten esta distribución. «Vamos a estar a la altura de la situación. Que nadie lo dude». El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, aceptaba ayer con estas palabras el órdago a la grande lanzado de forma reiterada por Santiago Abascal y confirmaba que la postura de Castilla y León sobre el reparto de los menores migrantes «no va a ser distinta de la que ha sido en otras ocasiones». Es por ello que defendió que la Comunidad es «una tierra solidaria», algo que, según explicó, no solo han dicho «en muchas ocasiones» sino que han actuado «de esta manera desde hace muchos años». El máximo responsable de la Comunidad sostuvo que la posición del Gobierno autonómico en esta materia la fija la consejera de Familia, Isabel Blanco, y aprovechó para arremeter contra el Ejecutivo central: «Está demostrando, una vez más, su incompetencia y que no está a la altura de las circunstancias».
Casi al mismo tiempo, y a poco más de tres kilómetros de distancia, el vicepresidente de la Junta y líder regional de Vox, Juan García-Gallardo, reaparecía de su baja por paternidad con un mensaje claro: o el PP cumple el pacto de Gobierno suscrito en Castilla y León o «no nos dejan opción», en referencia al planteamiento de Santiago Abascal de romper sus pactos autonómicos con el PP. «Entre el hundimiento de barcos y el honor, elegimos el honor». Hacía suyos de esta forma el número dos de la Junta el planteamiento verbalizado por el líder de Vox –aunque en ningún momento hizo referencia expresa a la amenaza de Abascal– y exigió a los populares en la Comunidad que rechacen el reparto de menores migrantes en la Conferencia Sectorial de hoy.
«Estamos a favor del cumplimiento del pacto de gobierno, exigió mucha negociación e incluye la inmigración ilegal», aseguró García-Gallardo, que reiteró en varias ocasiones que desde Vox están «para cumplir el pacto, pero si otros no lo quieren cumplir, habrá que analizarlo después». En esta línea, siguió dejando recados a los populares, a los que advirtió de que «no es leal» adoptar una decisión «unilateral» sin contar con su socio. «Castilla y León no quiere ser Francia, queremos que Castilla y León tenga identidad, vitalidad y conserve sus tradiciones», según informa Ical.
Durante su intervención ante las Cortes, el vicepresidente de la Junta sostuvo que la Comunidad es una tierra de acogida para quienes vienen a trabajar aquí, pero rechazó la situación actual en la que consideró que se abusa de las solicitudes de asilo por lo que pidió acabar con el «efecto llamada».
«El pacto funciona»
En un tono más conciliador se mostró el portavoz de la Junta y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, que respondió al 'ultimátum' de Vox señalando que desde el PP autonómico la idea es «seguir manteniendo en el futuro» el pacto de Gobierno que mantienen. «Por nuestra parte no va a quedar», resumió Fernández Carriedo, que volvió a referirse a los puntos 2 y 32 del acuerdo firmado entre PP y Vox en 2022, como argumentos para que Castilla y León acepte a los 21 menores migrantes que le corresponden: «Hablan de la solidaridad entre comunidades y de la migración ordenada y la integración social y laboral».