El único bar de Quintana reabrirá este viernes con unos nuevos propietarios. El nuevo negocio será familiar y es «la mayor ilusión» de Magdalena Sefanova Kostova, matriarca de la familia, que apuesta por «mantener la vida del pueblo y poder ofrecer un lugar de encuentro y tranquilidad al que poder acudir después de trabajar».
Los nuevos propietarios conocen la hostelería y llevan años dedicados a este sector. Es por ello que decidieron embarcarse en esta aventura y abrir este bar «en familia». Entre todos, y con la ayuda de algunos amigos, han estado trabajando duramente para reformar, limpiar, organizar y dejar listo el establecimiento para la inauguración.
Con esta apertura, los propietarios esperan dar un buen servicio al pueblo con productos caseros y preparados con «amor y buena mano». También quieren ser un apoyo tanto para las personas del municipio como para los vecinos de localidades cercanas y «actuar contra la despoblación rural». La hija de los propietarios, Marina Kostova, destaca este último punto y defiende «la creación de oportunidades en el medio rural para así facilitar el camino a las nuevas generaciones que nacen en los pueblos».