El detenido este domingo por el homicidio de un joven vallisoletano, Sergio Delgado, en una zona de copas de Burgos capital presta declaración ante la Policía Nacional y no se espera que pase a disposición judicial hasta este martes, han confirmado a EFE fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

Las mismas fuentes han indicado que la investigación sigue abierta, sin aclarar si pudiera haber nuevas detenciones, y que los investigadores agotarán el tiempo del que disponen para interrogar al detenido, de 23 años, antes de pasar a disposición judicial, lo que como muy tarde tendría que ocurrir este martes.

La Policía Nacional trabaja para acabar de esclarecer un caso complejo, que en un primer momento apuntaba a una muerte por una caída fatal, aunque finalmente Policía Judicial ha podido determinar que la víctima, de 32 años, sufrió un ataque inesperado con un fortísimo puñetazo, que provocó su fallecimiento de forma prácticamente instantánea.

La agresión tuvo lugar sobre las cinco de la madrugada del sábado en la Plaza de la Flora, una zona de copas de la capital burgalesa y, según las investigaciones policiales, el detonante pudo haber sido una rivalidad entre provincias, el hecho de que la víctima, que estaba celebrando una despedida de soltero, fuera de Valladolid.

Según han confirmado a EFE fuentes de la investigación, tanto la víctima como el supuesto agresor son aficionados de los clubes de sus respectivas ciudades, el Real Valladolid y el Burgos CF; además, al detenido por el homicidio se le han encontrado pasquines de grupos juveniles ultras de aficionados al equipo burgalés.

La autopsia desveló una agresión previa a la caída

Las primeras investigaciones, realizadas a través de los testimonios recabados en el lugar de los hechos a amigos de la víctima y posibles testigos de lo ocurrido, no indicaban que el joven fallecido hubiera sufrido una posible agresión. En un primer momento se habló de una caída con consecuencias fatales, sin que se supiera el motivo de la misma.

Sin embargo, el análisis forense y las posteriores gestiones practicadas por la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional durante el sábado establecieron la posibilidad de que, en la secuencia de hechos que llevó a la muerte del joven, podrían haber intervenido terceras personas.

De esta forma, y tras conseguir identificar a varios de los jóvenes que estaban en la zona en el momento de la muerte, se pudo determinar que la víctima había sufrido un ataque inesperado con un fortísimo puñetazo que provocó su fallecimiento de forma prácticamente instantánea.

Policía Nacional también consiguió identificar al supuesto agresor, que fue detenido el domingo.

Mensajes de condena a la violencia desde el fútbol

El homicidio del joven vallisoletano en Burgos ha desencadenado una ola de reacciones en la que se ha condenado la violencia al tiempo que se ha defendido el hermanamiento entre Burgos y Valladolid.
Las últimas reacciones han llegado de los clubes a los que eran aficionados víctimas y supuesto agresor. El Burgos CF, en un comunicado, ha expresado "de manera categórica su rechazo absoluto a cualquier forma de violencia, ya sea dentro o fuera del ámbito deportivo, condenando enérgicamente los hechos ocurridos".

Por su parte, el Real Valladolid ha trasladado a familiares y amigos de Sergio Delgado sus condolencias, al tiempo que ha indicado que se siente "consternado y dolido" por lo sucedido y ha asegurado que "el Club condena los hechos y la violencia de cualquier índole".

Mientras, el grupo radical burgalés "Resaca Castellana" ha trasladado en un comunicado que "no tiene ningún tipo de vinculación con lo sucedido", "ni con ninguna de las personas implicadas", ante algunas informaciones publicadas que vinculan al detenido con el grupo ultra.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha vinculado este lunes con la "extrema izquierda" el homicidio: "Otra vez la violencia de la extrema izquierda que utiliza cualquier excusa para desencadenar su salvajismo", ha denunciado en la red social X.

Por el mismo canal, el líder del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, incidía que "nada justifica la violencia". "Cómo es posible que el odio llegue tan lejos. Pobre familia. Que se haga justicia", insistía.