Espléndida mañana y magnífica respuesta. Un año más, y es el cuarto, en el corazón de la ciudad, a modo de anticipo, se vivió ayer entre innumerables gestos de emoción y alegría el Bautizo del Niño infantil.
Ayuntamiento y cofradía del Dulce Nombre de Jesús se vieron arropados por decenas de familias que con su presencia respaldaron una iniciativa que va calando entre los palentinos. A eso de las 11,30 horas salió con dirección a la plaza Mayor la procesión, con los niños como protagonistas, y es que fueron ellos quienes bailaron la imagen -estrenada el pasado año- y realizaron la pedrea de caramelos.
El concejal de Cultura, Turismo y Fiestas, Francisco Fernández, incidió en la intención municipal de «reforzar» el Bautizo del Niño, fiesta «auténtica» y «única» que ostenta el marchamo de Interés Turístico Nacional. «Creemos que hay que trabajar, y tiene un gran valor, para generar identidad con nosotros mismos. Y cómo, pues con los más pequeños, que es el camino», afirmó el edil, en cuya opinión «un Bautizo del Niño infantil también nos hace diferentes». Aplicarse con ellos «es lo que va a consolidar la otra fiesta, la va a hacer mucho más grande», añadió. «Vamos a ir incorporando actividades a este Bautizo del Niño infantil para lograr eso, que los más pequeños se adhieran a esta tradición desde edades tempranas, que va ser un éxito de futuro»., aseveró. En esta ocasión, el colofón corrió a cargo de la Banda Municipal de Música con un concierto con el que puso «un punto de alegría» a la cita. «Estamos pensando en más para los años siguientes», concluyó el concejal.
El hermano mayor de la cofradía del Dulce Nombre de Jesús, Ángel Gutiérrez, valoró con satisfacción la respuesta de los palentinos al Bautizo del Niño infantil. «Da gusto y emociona», afirmó, para añadir a renglón seguido que «a imagen del de el día 1 de enero, los niños se merecen este». «Es el cuarto año que se hace y cada vez es mayor la afluencia de gente», señaló, a la vez que hizo hincapié en que «son muchos niños en las distintas asociaciones de bailes los que nos acompañan, algo que realza mucho la fiesta». En este sentido, destacar la colaboración con sus bailes tras finalizar la procesión de Zascandil, Ave María, Aldaba de Villamuriel de Cerrato, la propia cofradía y Reino de Castilla.
La interpretación todos juntos del villancico Ea y la pedrea de caramelos por los niños cofrades hicieron de la plaza Mayor un cobijo de buenas vibraciones, con pequeños bolsa en mano ilusionados por conseguir dulces. «Afortunadamente es muy bonito ver que cada años aumenta el número de participantes y que a la cofradía se incorporan niños, que son muy bienvenidos», incidió Gutiérrez.
Señalar, por otra parte, que dentro de la Semana del Bautizo, este próximo martes, el patio del Teatro Principal acogerá (12 horas) el cuentacuentos navideño Cartero real: cumpliendo los sueños, a cargo de Kaskabel & Cía.??