La selección española masculina de waterpolo ganó este viernes a Rumanía (24-7) en el desigual duelo de cuartos de final del Europeo de Croacia, en un repaso de los españoles a los rumanos que valió a los de David Martín para meterse en la lucha por las medallas sin desgaste excesivo de cara a esas 'semis', que serán contra Italia o Montenegro.
España ya espera rival para su duelo de semifinales tras hacer buenos los pronósticos que le daban por clara favorita ante Rumanía. Sin duda, el cuarto de final menos disputado. Un cruce de los más favorables en los últimos grandes torneos en el que España no titubeó ni se dejó ir.
Gran entrenamiento, por decirlo de algún modo, ante una Rumanía que nunca llegó a ser rival, siendo el 4-2 del segundo parcial --favorable, como todos, a los españoles-- el mejor momento de un partido en el que los rumanos sufrieron en todo momento en el agua de la piscina Bazeni Mladost de Zagreb.
En su último enfrentamiento, en el Europeo de Split 2022, España ganó ya por un claro 16-9. Esta vez, el resultado fue todavía mayor para unos españoles que deberían aprovechar esta buena inercia y este menor desgaste físico en esa semifinal que está por venir.
Mucha diferencia respecto al último partido en este Campeonato de Europa, ante una Francia que puso contra las cuerdas, más de lo esperado, a España pese a la victoria (9-6) para cerrar la fase de grupos. Así que este varapalo a Rumanía, este paseo de cuartos, puede venir bien para recuperar moral y creer en las opciones de éxito.
Ante Rumanía jugaron los dos porteros, con Unai Aguirre en la primera parte y Edu Lorrio en la segunda, y todos los jugadores salvo los descartados. Y, excepto Miguel de Toro y Blai Mallarach, todos marcaron ante los rumanos, siendo el máximo goleador de la tarde Álvaro Granados, con 6 tantos.
Bernat Sanahuja y Roger Tahull se fueron a los 4 goles cada uno y el boya anotó uno bastante inusual, completando una rápida contra y no desde su posición natural; más estática y de lucha. España pudo e hizo de todo, como quiso, ante una Rumanía que celebró antes de este duelo su presencia en el próximo Mundial y que, con estos cuartos, se topó con su monstruo final.
Ahora, España deberá subir de nivel sí o sí. Si el otro duelo de cuartos de final lo gana Montenegro, deberá repetir la actuación de la fase de grupos (triunfo por 12-14). Si Italia es el rival, siendo en principio favorita la selección transalpina, todavía será de mayor entidad el siguiente reto, este próximo domingo.