La economía de Castilla y León vuelve a romper el molde y avanza a paso firme hacia el que será el mejor año de su historia reciente. Ni el desgaste de las grandes potencias europeas, la sombra arancelaria o los conflictos armados parecen hacer mella en el dinamismo de la economía autonómica, que, lejos de contenerse, pisa el acelerador impulsada por un sector industrial y exportador que avanzan desbocados. El primero ha logrado su mejor crecimiento interanual de la serie histórica tras dispararse un 8,3 por ciento y el segundo ya supone más de un tercio del crecimiento del PIB de Castilla y León. Nunca antes la Comunidad había producido y vendido tanto como en la actualidad.

Para muestra, los más de 18.000 millones de euros de PIB a precios corrientes registrados en el tercer trimestre de este año, una cifra jamás vista en los libros de contabilidad de la Junta de Castilla y León. Si se compara con la etapa prepandemia, la media trimestral de PIB a precios corrientes era de unos 14.500 millones. «Estamos registrando un crecimiento extraordinariamente alto», reconocía ayer el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo.

Y no es para menos, la economía de la Comunidad creció un 4,2 por ciento durante el tercer trimestre del año, la tasa más alta desde finales del 2016 si se excluyen los abultados datos registrados tras la pandemia por el 'efecto rebote' de los indicadores económicos. La Contabilidad Regional Trimestral de Castilla y León presentada este martes revela que la Comunidad encadena ya 14 trimestres seguidos en números verdes, aunque ha sido en los últimos tres en los que las cifras comienzan a sorprender a propios y extraños.

De hecho, la propia Junta ya da por hecho que la actualización de su previsión de crecimiento económico realizada hace un mes para 2024 se va a quedar corta y el PIB avanzará por encima del tres por ciento este ejercicio. Un dinamismo que se sustenta sobre tres ejes fundamentales: el sector industrial, la recuperación del agrícola y las exportaciones.

Sectores productivos

«Casi un tercio del crecimiento económico se debe a la capacidad de exportar de la Comunidad», explicó Fernández Carriedo, que no ocultó la presencia de «riesgos internacionales», pero recordó que Castilla y León «ya ha convivido con ellos» durante los últimos años. La evolución económica de estos elementos, dijo, es «coherente» con los datos conocidos mensualmente tanto de producción industrial como de exportaciones. Además de ambos, el sector primario avanzó un 11,5 por ciento, tras dos años con datos negativos; los servicios tuvieron un «comportamiento favorable», con un crecimiento del 3,1%; y la construcción evolucionó de forma «más moderada» con un 1,8 por ciento.

Un rosario de «datos muy positivos» que se traducen en que Castilla y León vuelva a superar en el tercer trimestre del año el dinamismo económico a España, que creció un 3,4%; de la Unión Europea, que fue del 1%; y de la zona Euro, con el 0,9%. «Crecemos cuatro veces más que la UE este trimestre».

«Va a ser difícil mantener crecimientos tan elevados»

La Junta de Castilla y León espera que el crecimiento económico del próximo año no sea tan relevante como este 2024. «El horizonte previsto es inferior, porque será difícil mantener crecimientos tan elevados», aseguró el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, cuyo departamento fijó en el 2% su previsión de avance del PIB para 2025 en su última actualización.

Esto supondría crecer la mitad que el tercer trimestre de este año. Entre las causas para este menor dinamismo, según el consejero, está la «dificultad» de crecer sobre lo crecido en los datos industriales y de exportaciones, principales puntales de la economía autonómica en estos momentos. Explicó que que cuando se alcanzan «niveles tan altos» –«extraordinariamente altos», añadió– el siguiente aumento es «algo inferior». «En 2025 mantener las exportaciones no va a ser sencillo», concluyó el también portavoz del Gobierno autonómico.