Cristina Párbole es linceciada en Historia y máster en Historia Medieval de Castilla y León. A lo largo de su trayectoria profesional, ha estado involucrada en varios proyectos destinados a divulgar la riqueza del Románico palentino, corriente artística que investiga en la Fundación Santa María la Real de Aguilar de Campoo.
Este año publicó su primer libro, ¿Qué hay detrás del Románico Palentino?, en el que analiza la labor de aquellas personas que están detrás de esta corriente y la influencia de las sociedad para su desarrollo. De forma complementaria, desde 2012, está al frente del proyecto La huella románica, que realiza diferentes actividades y labores de divulgación sobre la corriente artística. Además, es la promotora de la iniciativa #PorUnRománicoAbierto con el que ha conseguido la apertura de varios templos en la provincia en horarios determinados.
¿Qué sintió al recibir el Premio HHH del Ateneo?
Fue una sorpresa porque no me habían comentado nada, simplemente que debía acudir a la asamblea. Cuando me dijeron que me iban a entregar el premio sentí mucha ilusión. Viniendo del Ateneo, con toda la labor que está haciendo, y además en su año de aniversario, es de agradecer que haga este reconocimiento a mi trabajo.
Como investigadora relacionada con la divulgación histórica, ¿cómo valora las labores de esta entidad en cuanto a la promoción cultural?
Hay que resaltar el inmenso trabajo que hace. Las conferencias, charlas, conciertos… desde que comenzó hasta ahora hay que valorar todo su esfuerzo.
¿Cree que los palentinos valoran lo suficiente la riqueza patrimonial que tienen a su alrededor?
No. A veces, es muy difícil ser consciente de algo con lo que se convive. Siempre nos vamos fuera a buscar otras riquezas y no nos damos cuenta de que la provincia tiene un patrimonio inmenso. Queda todavía mucha labor de conocimiento.
Por lo que menciona, esa falta de valoración está relacionada con la normalización
Totalmente. Es algo que nos pasa a todos. Si vives en Palencia y ves la catedral diariamente, lo normalizas. Cuando viene alguien de fuera y resalta «el lujo de vivir en una ciudad con este templo» nos damos cuenta de lo afortunados que somos. La provincia tiene tanto patrimonio que al final lo acabamos percibiendo como algo normal.
Ha protagonizado múltiples trabajos relacionados con el Románico y su importancia para la época medieval. ¿Qué conclusiones ha obtenido de ellos?
Publiqué hace poco el libro ¿Qué hay detrás del Románico palentino? con el que he vuelto a dar voz a aquellas personas vinculadas a esta corriente artística que a lo largo del tiempo se han ido perdiendo.
Nos hemos centrado en destacar los edificios y sus cualidades en lugar de entender la labor de aquellos que hicieron posible que, a día de hoy, la provincia tenga la riqueza patrimonial que tiene.
Hay que reconocer el trabajo de los custodios, que conservan y mantienen muchas iglesias, lo que nos permite acceder a ellas.
¿Considera, por tanto, que no se tiene lo suficiente en cuenta esta labor que permite la conservación de muchos templos?
Toda esta gente se merece un reconocimiento. Los custodios que mencionaba antes lo hacen de manera desinteresada. Es una persona del pueblo que tiene la llave y que, por amor al arte, abre la iglesia. Son esos los casos en los que percibo que no se da la mención que se merecen.
Este papel se está perdiendo. La gente de los pueblos es cada vez es más mayor y es difícil mantener ese trabajo de custodia.
¿Percibe el apoyo institucional?
Sí, es algo fundamental. Todo lo relacionado con el patrimonio merece atención por parte de las administraciones. Sin una fuerza conjunta es difícil que esto perdure. Tiene que haber un soporte detrás para mantener estos bienes culturales.
Está al frente de la iniciativa #PorUnRománico abierto destinada a la apertura de templos. ¿Qué influencias ha tenido la campaña?
Todavía seguimos con ella. Cuando comencé me di cuenta de que no era un problema exclusivo de Palencia. Es muy complicado ver las iglesias que se ubican en pueblos pequeños y no tienen un relevo que permita conservar la llave.
En Palencia hemos dado un pasito más. Se ha creado la Fundación Nártex, que ha permitido la apertura de varios templos en un horario determinado. Lo considero como un pequeño triunfo.
¿Cree que se va a conseguir avanzar más?
Creo que sí. Al final, todo tiene que ver con el conocimiento. En Galicia y Cantabria, por ejemplo, se están llevando a cabo también iniciativas para la apertura de iglesias que están teniendo muchos visitantes.
Tras licenciarse en Historia, ¿por qué decide enfocarse en la rama artística?
Lo que hago con mi trabajo es enfocar el arte en la historia medieval. Estudio las iglesias como el resultado de una sociedad.
¿Cuáles son sus proyectos futuros?
Continúo mi trabajo en la Fundación Santa María de Aguilar de Campoo y también sigo con mi labor divulgativa en las redes sociales a través de La huella románica. Estoy planteando la posibilidad de sacar adelante una segunda parte de mi libro.
Respecto a las labores divulgativas que lleva a cabo en redes sociales, ¿percibe el interés por parte de los usuarios para aprender más sobre el patrimonio palentino?
Sí. En redes sociales lo divulgo de una manera sencilla, cercana y didáctica, así que la gente que no conoce el Románico en la provincia muestra mucho ineterés por aprender sobre él.
Hay muchas personas que, después de visitar Palencia, me contactan para contarme los lugares en los que han estado. También hay otros usuarios que, con la previsión de venir aquí, me solicitan rutas para poder decubrir el Románico.