La temporada veraniega que está a la vuelta de la esquina se prevé positiva para la hostelería provincial, con buenas cifras de público, aunque los empresarios del sector también alertan de los nubarrones que pueden dañar las buenas previsiones: la falta de personal. No es un asunto novedoso que sorprenda a ningún palentino ni tampoco es un mal endémico que afecte únicamente a los bares y restaurantes, pero la escasa mano de obra desembocará, en ciertos casos, en el cierre de locales, bien en determinadas horas valle o bien durante algunos días de la semana.
Y colocar el cartel de cerrado en la puerta tendrá, entre otras consecuencias, la disminución de la recaudación de los establecimientos. El presidente de la Asociación General de Hostelería (AGH), Jaime Antolín, estima que mantener más tiempo la persiana bajada que en el pasado provocará que la caja se resienta hasta en un 10%. Aún así, sostiene que «cada vez son más los locales que cierran por la falta de trabajadores».«No se puede estar 80 horas a la semana en el bar y muchos optan por cerrar», detalla el empresario, que lamenta «la falta de pasión» de la gente para enrolase en su sector y la «nula formación» que se ofrece. «Siempre se ha visto esta profesión como de paso y además es complicado. Te tiene que gustar mucho ya que trabajas cuando el resto está divirtiendo». Pese a todo, es optimista y espera datos satisfactorios en bares y restaurantes. «La pinta que tiene el verano es muy buena.Cada vez hay más movimiento y se está volviendo a lo de años atrás», manifiesta.
Un porcentaje similar calcula que caerán los ingresos por la falta de personal el presidente de Asociación de Empresarios de Hostelería de Saldaña y comarca, Javier Cuesta. En este caso, comenta que a los cierres en horas donde la afluencia de público no es muy elevada se suma la menor cifra de camareros en los bares. «A lo mejor antes podías montar una terraza con 20 mesas y ahora solo puedes poner diez», detalla el restaurador, que habla de que las altas cifras de empleo de la comarca saldañesa y la despoblación provocan que no puedan contratar personal temporal en verano. De hecho, vaticina que la ausencia de recursos humanos irá a peor en los próximos años. No obstante, confía en que la temporada alta cumpla con el nombre que tiene y la llegada de veraneantes y el turismo ligado a la VillaRomana de La Olmeda tenga una buena repercusión en la zona de laVega-Valdavia.
TODOS LOS SECTORES. En cambio, el presidente de Hostelería Palencia, Alberto del Burgo, no se atreve a dar una cifra concreta de lo que perderán los bares y restaurantes por los cierres ligados a la falta de camareros. «Siempre que está cerrado cae la facturación.Es cierto que también lo hacen los gastos, pero la diferencia siempre es peor», lamenta antes de explicar que habrá problemas detrás de las barras, especialmente en lugares donde se trabaja por temporadas. Al igual que el resto de colegas, tiene depositadas buenas esperanzas en el verano porque «la gente cada vez sale más y eso se nota en los establecimientos», aunque reconoce las carencias de personal. En este punto recalca que no es el único sector que está necesitado de mano de obra y quiere dejar claro que la hostelería «no ofrece malos trabajos». Bajo su punto de vista, «la mentalidad de trabajar fines de semana y veranos se está perdiendo». «A lo mejor hay gente que tiene contrato temporal y quiere esperar a volver a trabajar a septiembre», expone. Todo ello provoca que haya «bares que cierre uno o dos días» porque no tiene plantilla que pueda cubrir las libranzas.
En el plano positivo,Del Burgo detalla la buena respuesta que están teniendo especialmente en los restaurantes. «donde hay que reservar para comer», si bien cree que debería darse un impulso a la promoción de la ciudad de Palencia para que la afluencia sea más alta. «Hay como dos partes, la provincia está muy publicitada, en cambio la capital necesita algo más durante el verano», comenta.
Por último, desde Guardo, el empresario Víctor López, declara que las perspectivas estivales son positivas, aunque la oferta para reforzar los negocios, como en el resto de la provincia, es muy baja. «Cuesta mucho encontrar personal que tenga ganas de trabajar y que, sobre todo, que sea responsable», declara. Ante esta situación, comprende que haya bares que «por falta de trabajadores o por comodidad» decidan cerrar en determinadas horas».
Desciende la contratación. Un buen ejemplo para explicar la falta de personal en la hostelería puede ser el descenso de la contratación en el sector en el mes de julio, en plena temporada alta estival. En 2022, con la reforma laboral ya en vigor, se firmaron 819 acuerdos, mientras que en 2019, la cifra fue de 700, según publica el Servicio Público de Empleo de Castilla y León (Ecyl). Antes de la reforma laboral, en 2019, la cifra era de 1.240 contratos en el séptimo mes del año. En 2021, aún con secuelas de la pandemia, solo fueron 859.