El presidente del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), Lluís Comerón, puso ayer de manifiesto en Palencia durante la inauguración del II meeting Terra Ibérica la necesidad de «reivindicar el uso de la tierra cruda en la construcción como un elemento activo de acción cultural» y recordó que este tipo de construcción «ayuda a crear identidad». La tierra cruda «ayuda a impulsar la identidad, a reforzar el bienestar y la capacidad de conservar el territorio», destacó.

En el marco de la inauguración del encuentro profesional organizado por el Colegio de Arquitectos de León y la Diputación de Palencia se entregaron los Premios Ibérica, que recayeron en Pedro Bel (en la categoría de mejor Vivienda), el andaluz Jorge Moya Muñoz (en la modalidad Innovación y divulgación) y el equipo de arquitectos formado por Fernando Vegas y Camilla Mileto (en la categoría Otros usos). De forma complementaria, la organización de los galardones otorgó un premio honorífico al Grupo Tierra, una iniciativa impulsada por Félix Jové Sandoval y José Luis Sáinz Guerra en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valladolid. 

Por su parte, la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, mostró su satisfacción por la celebración en Palencia de este encuentro profesional, que se enclava en «la confluencia de dos ejes de sus políticas». Por un lado, «la difusión del mundo rural, sus valores, su tradición, sus recursos», quien recordó también «la política sostenible y respetuosa con el Medio Ambiente». Tal es así que «la institución provincial ha empezado ya a aplicar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, unos objetivos y metas que, como saben, abarcan las esferas económica, social y ambiental», explicó Armisén. Asimismo, se contó con la presencia del equipo de arquitectos responsable del proyecto Palomares de Palencia.