Francisco José del Riego Tomás (Cangas de Onís,Asturias, 1952) preside el Colegio Oficial de Médicos de Palencia desde 2010. Licenciado y doctor en Medicina por la Universidad de Valladolid (UVa), se especializó en Cirugía General y Aparato Digestivo en el antiguo hospital RíoHortega, también en la capital del Pisuerga (que ocupaba el espacio del actual Edificio Rondilla). Fue médico rural en el norte de la provincia durante unos meses y, tras aprobar el examen de médico interno residente (MIR), regresó en 1981 como adjunto de Cirugía en el RíoCarrión.
En la organización colegial, participó por primera vez en un órgano cuando el, por entonces, presidente José María MartínBarbán (1982-1990) le pidió que formara parte de la comisión deontológica. Posteriormente, fue vicepresidente de la institución durante los mandatos de Jesús Pérez Melendro (2002-2010), al que sucedió en el cargo.
El Colegio Oficial de Médicos de Palencia está de enhorabuena al alcanzar en 2023 sus primeros 125 años de vida. Se fundó en 1898 y su primer presidente fue Francisco Simón Nieto. ¿Cómo se siente al encabezar el órgano provincial durante este aniversario?
Estoy muy orgulloso de presidir una institución con esta raigambre. Son 125 años ya. Recuerdo muchas cosas, como cuando se celebró el centenario, con Luis Ángel Morchón como máximo responsable. Fue una fiesta muy bonita, con una exposición en el hospital de San Bernabé que tuvo mucho éxito. Se llegó a editar, incluso, un libro. Cuando se cerró a todos nos dio mucha pena y sus fondos luego sirvieron para crear el Museo de la Medicina de Ampudia. Hablamos con el alcalde de la localidad, que nos ofreció el antiguo hospital y allí sigue.
Ahora hemos querido celebrar el centésimo vigésimo quinto porque nos parece una cifra importante que es un hito más en la trayectoria muy larga de un colegio que se ha mantenido y que sigue con su labor, que ha sido muy cambiante con el paso de los años. Cuando celebramos la fiesta de la patrona (Nuestra Señora del Perpetuo Socorro) cité a Laín Entralgo para decir que la medicina, de las ciencias de aplicación práctica, era en la que más influyen los cambios de la sociedad. La labor de los médicos era totalmente diferente cuando se creó el colegio que en la época de la posguerra o la transición.
Hace referencia a los cambios de la medicina desde finales del siglo XIX. ¿Qué cambios se produjeron en el colegio?
Uno de los colegiados muy versado en historia de la Medicina, Carlos Benito, impartió el día de la patrona una conferencia sobre los 125 años del órgano. Nos recordó que era, prácticamente, un ateneo de médicos que se reunían para hablar de la salubridad y la sanidad pública. Actualmente, eso no se comenta porque parece que son cuestiones ya consolidadas y no nos preocupan. En cambio, recientemente, nos afectó mucho el tema de la pandemia de coronavirus, que, además, puso de manifiesto ciertas debilidades que nos han obligado a repensar el sistema sanitario: cómo hay que reforzarlo, tener previsión de camas o planificar unidades de cuidados intensivos (UCI) sobredimensionadas. Y en el caso de Palencia, puso en evidencia la Atención Primaria.
Recordó positivamente el centenario de la institución en 1998. Ahora, esta efeméride, ¿cómo la están conmemorando?
De una manera muy austera, casi como un año más, pero recalcando algunos datos. Hemos organizado una serie de charlas y conferencias con temas que nos parecían interesantes, como la jubilación de los médicos, su protección social o la presentación del nuevo código de deontología. Además, el día de la patrona se hizo un recuerdo de este aniversario. Probablemente, habrá alguna charla más, pero no en un ámbito de gran alharaca.
En un plano más personal, destacar que lleva trece años en el cargo de presidente. ¿Qué resaltaría de todo este tiempo al mando de la institución?
Ha cambiado mucho. Cuando yo llegué en 2010 a la presidencia, la falta de médicos no era una cuestión que nos preocupara porque no existía. Además, la covid-19 nos ocupó casi un año de trabajo. Tuvimos que adaptarnos a la situación y hacer reuniones online, entre otras cosas.
Pero subrayo que desde 2019 estamos muy preocupados con los estudios de demografía médica y con la carencia de profesionales. Contamos las entradas y salidas de las facultades de Medicina y las jubilaciones e intentamos hacer ver a las autoridades sanitarias los desequilibrios que existen en ciertas especialidades o que puede haber en ciertos momentos.
Por otro lado, hemos asistido a una feminización progresiva de la profesión. Cuando se fundó el colegio, en las orlas de aquellas fechas y en las fotografías antiguas no había ninguna mujer.
También ha habido un cambio en la población médica al pasar médicos españoles al extranjero y profesionales de otros territorios a nuestro país. Anteriormente, esto no se producía. Todo era más local. Sin embargo, hay una gran cantidad de facultativos extracomunitarios en hospitales y centros de salud. Su acreditación conllevó que nos organizáramos y que hiciéramos un filtro con los ministerios de Universidades y de Sanidad para que conozcamos las entradas y salidas de estas personas y las homologaciones. Participamos en las comisiones de homologación tanto de títulos de grado de Medicina como de títulos de especialista. La cantidad de países de donde llegan es inmensa y tenemos que filtrar los datos. De hecho, se han llegado a dar casos que personas con títulos falsificados y eso nos obliga a los colegios de médicos a estar muy alerta. Tenemos que tener unos sistemas para controlar todo para saber si, por ejemplo, un médico sancionado en Reino Unido o Alemania viene a colegiarse aquí a seguir ejerciendo. Todo eso es una labor muy ardua y meticulosa.
¿En qué estado se encuentra el colegio médico palentino?
En cuanto al número de colegiados, la cifra ha crecido lentamente, aunque no mucho. Somos alrededor de unos mil en Palencia. En la mayoría de los colegios, el incremento se está registrando a costa de los jubilados. De médicos en activo se mantiene estable, aunque quizá también hayan subido los médicos en formación porque hay más plazas.
El gobierno del colegio es muy estable. En el último mandato hemos ido cambiando la junta directiva para adaptarnos a las vocalías que hay en el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom). Creo que ha sido una modificación muy importante porque me considero una persona muy organizada y me parecía que era una disfunción que se generaba. En lo que se refiere al funcionamiento, únicamente hubo cambios puntuales, pero casi seguimos los mismos desde el principio. Las variaciones se produjeron por jubilaciones o por nombramientos en otros ámbitos y los hemos ido reponiendo. Para mí es un lujo tener esta junta directiva, donde gastamos ninguna energía en conflictos internos. La destinamos en hacer cosas.
Prácticamente, no queda ninguna vigente medida para evitar la propagación de la covid-19. ¿La carga de los médicos se está reduciendo en estos momentos?
Creo que el coronavirus puso en evidencia ciertas carencias, sobrecargó el sistema de una manera tremenda y todavía no se ha liberado. Ahora mismo se están haciendo concertaciones externas en hospitales privados para ciertas patologías en las que la lista de espera había aumentado mucho y que solo con los servicios públicos duraría años volver a las cifras prepandemia. Se está haciendo lo que se puede, pero en Atención Primaria hubo un crecimiento que aún no se ha recuperado y donde más se notó el estrés que generó esta situación sanitaria.
¿Cree que este hecho puede tener consecuencias en el futuro?
Me preocupa que la Atención Primaria, que es la medicina real, el eje del sistema, pierda atractivo entre los médicos que acaban de terminar el grado y van a elegir el MIR. Esto está ocurriendo porque está muy sobrecargada y saturada, y los profesionales están quemados. Cuando los jóvenes ven eso piensan que es duro. Queremos, por todos los medios, recuperar el atractivo de la Atención Primaria y apoyarla en todos los sentidos.
¿Cómo cree que se puede materializar esa idea?
Es una cuestión que estamos tratando ahora. En octubre, organizaremos en Palencia la asamblea nacional de Atención Primaria rural. Presentamos la candidatura porque nos parece un lugar muy significativo de envejecimiento y dispersión de la población, dos factores que afectan directamente a la Atención Primaria rural. En este encuentro se tocará una serie de medidas y de temas, como la formación de los médicos, donde creemos que debe tener mayor presencia los pueblos, dotándolos de unidades de formación acreditada para que los profesionales se formen allí durante más tiempo. Que no sea solo una rotación y un apoyo. Nos parece una cuestión muy importante. Los médicos que conocen estos lugares más a fondo quizá, en el futuro, los elijan como destino.
Localidades de la provincia se han quejado de la falta de médicos en sus consultorios y centros de salud
La medida que he explicado antes podría ayudar que haya más interés de los profesionales por el medio rural.
¿Tiene en mente alguna propuesta más?
Que este tipo de medicina tenga más presencia en el grado que se imparte en las facultades. Se imparten especialidades hospitalarias y la Atención Primaria está menos atendida. Tener profesionales de esta rama que participen en la formación de pregrado y de posgrado puede generar un contacto que provoque que los estudiantes elijan ese camino porque lo conocen más a fondo.
El pasado invierno, explicó a Diario Palentino que lo que realmente faltaba eran especialistas en medicina familiar y comunitaria
Los colegios de la comunidad creamos en 2019 una base de datos de todos los médicos de Castilla y León que se va actualizando día a día. Por ello, sabemos su edad y prácticamente todo de ellos. Si ahora apretamos un botón podemos averiguar, por poner un ejemplo, los hematólogos habrá en 2024. Esto significa que podemos ver lo que necesitaremos en el futuro. Y eso que en España -no es una idea personal, está consensuada por muchos, entre ellos la Conferencia de Decanos de Facultades de Medicina- sobran facultades de medicina. No se pueden seguir haciendo. Vamos a acabar con una por provincia, al paso que vamos. Además, hay un tema muy claro: no hay profesorado. Si hacemos un estudio con los docentes que se necesitan es deficitario.
Lo que hace falta son especialistas en muchas áreas y van a sobrar en otras. Lo que hay que hacer es ir ajustando cifras. En la pandemia, utilizando la legislación del estado de alarma, se facultó a las administraciones autonómicas para que contrataran médicos sin título de especialista. Eso va en contra de lo que hemos propugnado toda la vida, que era nadie sin especialidad trabajase. Sin embargo, se han contratado porque no había. Y para que haya que sacar más plazas de MIR de Medicina Familiar y Comunitaria. Entraron, durante la época del coronavirus, muchos extracomunitarios. Yo no digo que su formación sea mala, solo que la formación que controlamos es la que damos aquí. Entonces, creo que no debería haber médicos aquí con su grado hecho que no tenga acceso al MIR. Todos deberían tener acceso a él.
Habla de crear más plazas MIR pero en Palencia quedan vacantes
Quedaron vacías por lo que hablamos antes. Los médicos se han formado en una Facultad de Medicina que no está en Barruelo de Santullán e hicieron el MIR en una localidad que tampoco es Barruelo. Digo Barruelo por decir un lugar periférico de la provincia. Pero si ese médico hiciera la mitad de la formación en una localidad rural, ya conocería el centro de salud y a los profesionales que trabajan allí. Aunque también es cierto que no hay una varita mágica, no hay una sola variable que lo resuelva todo.
¿Qué atractivos puede tener Palencia para atraer a médicos?
Palencia creo que no tiene problemas para atraer a médicos, salvo aquellas que están etiquetadas como zonas de difícil cobertura. Pero no es una cuestión que únicamente afecte a la provincia. Le pasa a casi toda la comunidad autónoma. ¿Qué puede hacer? Pues incentivar esas plazas en la formación, en el transporte, en la carrera profesional o económicamente. Hay muchas maneras de hacerlo. Donde menos problemas hay es en Valladolid y Salamanca. Tienen facultad y los médicos ya están allí, donde tienen a sus amigos e intentan quedarse en ese sitio o se van a lugares cercanos.
Para terminar la entrevista, ¿qué retos tiene previstos para el futuro?
Por un lado, dejar el colegio saneado. En los años que he estado aquí ha sido una institución bastante austera en lo que a gasto se refiere y en otras cuestiones, como el número de vocales.
Por otro, tenemos ahora el reto de reformar los estatutos porque nos ha pasado lo mismo que con el código de deontología a nivel nacional: leemos lo que tenemos y vemos que hay cantidad de cosas que son anacrónicas. La sociedad está cambiando y debemos hacerlo con ella.
Además, me gustaría dejar el colegio con la junta directiva como está estructurada ahora. Creo que está perfecta porque hay representación nacional y autonómica, y cada una de las vocalías existe a nivel estatal. En ese sentido me doy por satisfecho. Somos una junta donde nos llevamos todos muy bien y si tengo que reseñar algo es que todo es positivo.
Por último, reitero que me siento orgulloso de presidir una organización que tiene 125 años y que ha desempeñado su labor pública durante todo este tiempo sin tacha.