El Ayuntamiento de Saldaña afronta estos días las obras de consolidación de los aleros de la fachada del antiguo Asilo de Santa Catalina, conocido popularmente por los vecinos de la capital de La Vega como La Fábrica, obra del icónico arquitecto palentino Jerónimo Arroyo.
El proyecto está ligado a una memoria valorada que ha redactado Archivolta, empresa especializada en restauración de patrimonio y muy conocida en la provincia. El objetivo no es otro que dar solución a la problemática estructural que presentaba el edificio debido a la falta de mantenimiento.
Esto ha derivado en que lo sistemas de evacuación de aguas pluviales de la cubierta estaban totalmente colmatados. Fruto de este problema, el agua se desbordaba, se filtraba por los ladrillos y, en episodios de heladas, cuando el agua se convertía en hilo y expandía, acababa rompiendo los ladrillos ubicados en la zona de la cornisa.
La intervención rondará los 70.000 euros, que el Ayuntamiento asumirá con fondos propios. No obstante, el alcalde, Adolfo Palacios, no descarta incluirla en convocatorias como el Fondo de Cohesión Territorial que pilota la Junta de Castilla y León.
Este es el primer paso para una serie de actuaciones futuras que Palacios quiere llevar a cabo en este inmueble, para dignificarlo y devolverlo a la vida. Sin embargo, para acometer las obras necesarias el Consistorio necesita de la colaboración de las administraciones, a las que el Ayuntamiento de Saldaña recurrirá llegado el momento. «Llamaremos a todas las puertas que sean necesarias», afirma el primer edil saldañés.
UN PROYECTO OLVIDADO
Fue entre los años 1999 y 2000 cuando el Ayuntamiento adquirió esta propiedad a la familia Cortes, una conocida saga saldañesa con nombres como Javier Cortes, descubridor de la Villa Romana La Olmeda, o Ricardo Cortes (parlamentario en el Congreso de los Diputados).
Se comenzó a invertir entonces por parte de la Diputación (400.000 euros), Caja España (60.000) y el propio Ayuntamiento. Sin embargo, «en 2003 cambió el equipo de Gobierno, entró el PSOE y se desentendió de todo. Ellos apostaban por comprar el colegio Regina Mundi, pero tampoco lo hicieron», explica el regidor saldañés.
De haberse convertido aquel proyecto en realidad, se había pensado en una sala de exposiciones en la planta baja, un pequeño auditorio y sala de reuniones en el primer piso y una biblioteca bajo cubierta. Una obra para la que serían necesarios del orden de un millón de euros, cantidad inasumible en solitario para el Ayuntamiento, quien no descarta recuperarlo con cargo al 1,5%Cultural.
De lograrlo, se volvería a dar uso a este edificio fechado en 1906, financiado por Catalina Martín con la idea de destinarlo a hospital y asilo para los niños pobres de la comarca. Sin embargo, por diversos motivos, nunca llegó a utilizarse para tal fin y en año 1916 se convirtió en fábrica de harinas movida por electricidad.
FUTURO AUDITORIO
En otro orden de cosas, el Ayuntamiento se ha fijado como una de las prioridades del recién estrenado mandato la construcción de un auditorio municipal. De esta manera, se descarta la idea inicial de acondicionar el antiguo pabellón del colegio Villa y Tierra y se optará por un edificio de nueva planta.
La intención de Palacios es adjudicarlo este mismo año para que las obras den comienzo en 2024. Entre tanto, desde el equipo de Gobierno se están barajando las distintas ubicaciones posibles para esta dotación cultural que se pondrá la servicio de toda la comarca.