La temporada navideña es un tiempo de esperanza, alegría y unión, y una de las tradiciones más queridas por todos es la decoración navideña. Los hogares, iglesias y plazas se llenan de luces brillantes, figuras del belén y árboles adornados, creando un ambiente mágico que invita a la celebración.
Las ventas de decoración navideña, un ritual que cada año comienza a cobrar vida un poco antes, ha adelantado sus fechas en los últimos años. «Este año comenzamos con la venta el 2 de noviembre», explica Noelia Blanco, encargada de una tienda de decoración e interiorismo Siang de la capital. «Montamos todo el 29 y 30 de octubre, y el 31 de octubre ya estaba todo listo para comenzar la venta», declara.
Si bien las luces y adornos suelen esperar a ser exhibidos después de Halloween, este adelanto refleja el creciente interés y anticipación por la Navidad.
Aunque el ambiente navideño ya comienza a asomarse en noviembre, el pico de ventas llega con la cercanía del puente de la Constitución, que marca el inicio de las celebraciones más intensas. «La semana antes del puente es cuando se vende más», cuenta Blanco, confirmando que, tras esa fecha, la venta se reduce. «Después de esa semana, aunque los clientes siguen comprando, la atención se desplaza más hacia los regalos que a la decoración», añade.
Los adornos para el árbol son, sin lugar a dudas, los grandes protagonistas. Las clásicas bolas de colores, estrellas doradas y figuras de ángeles se repiten año tras año en los hogares, y no hay decoración que esté completa sin ellas. Pero, además, hay un interés creciente por productos más innovadores dentro del estilo tradicional. «Las bolas de Navidad, sobre todo las de nieve, esas que giras y la nieve cae dentro, son muy demandadas», declara. Además, los belenes, tan típicos de las celebraciones cristianas, siguen siendo «una pieza esencial de la decoración navideña en muchos hogares», representando el nacimiento de Jesús y reuniendo a generaciones alrededor de una tradición que se mantiene viva con el paso del tiempo.
Aunque las tendencias van cambiando, la mayoría de las personas sigue buscando lo tradicional. «La gente compra adornos clásicos, figuras de Papá Noel, y, claro, siempre hay algo de innovación, pero dentro de un estilo tradicional», concluye Blanco.
Iluminación. Las principales novedades de iluminación en las calles son el nuevo cielo estrellado de color azul en la Bocaplaza y el refuerzo del alumbrado en los paseos del Otero y El Salón, con 12 y 8 arcos a mayores de los habituales.
Además, el elemento de gran formato que se ha elegido este año para la plaza Mayor es un cilindro con forma de regalo que proyecta un espectáculo de luces y música. El presupuesto global de 785.712,29 euros de un contrato licitado por el Ayuntamiento para este y los dos próximos años y que incluye también la de los sanantolines hasta 2026.
Se han instalado 26 arcos luminosos led en la calle Mayor desde Correos hasta Pío XII. También se refuerza la iluminación de la plaza Mayor, donde la fachada del Ayuntamiento está decorada con guirnaldas, cortinas, estrellas de luz blanca y otros motivos decorativos.