La Dehesa de Tablada

FERNANDO PASTOR
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LA DEHESA DE TABLADA

Esta semana se cumplen 91 años de la firma de la escritura de compraventa de la Dehesa de Tablada por parte de los vecinos de la Villaviudas. Esta dehesa, poblado situado a poco más de un kilómetro de la localidad, de unas 1.000 hectáreas, sobre un pequeño alto y atravesada por el arroyo de su mismo nombre, es muy apta para el cultivo de remolacha, por lo que su adquisición supuso un gran empujón económico para Villaviudas.

Esta finca posee una interesante historia que la hizo famosa en toda España.

En la Edad Media ya hay referencias de ella, como parte del señorío de Villaviudas, siendo posteriormente objeto de sucesivos cambios de propiedad.

LA DEHESA DE TABLADALA DEHESA DE TABLADAHasta mediados del siglo XIX su aprovechamiento económico se limitaba a pastos y leña y solamente albergaba la ermita de Santa Olalla y la casa del guarda.

En 1827, siendo propiedad de la Casa de Hijar, las deudas le obligan a subastarla, siendo adquirida por Norberto Barbadillo, de Covarrubias, con la fortuna que había hecho en Méjico.

La historia de la finca da un giro el 11 de diciembre de 1858, cuando Mari Paz Barbadillo, hija de Norberto, se casa con Manuel Ruiz Zorrilla, empresario y político que defendió los principios de igualdad, libertad y fraternidad, propugnando el sufragio universal masculino, el acceso de las mujeres a las enseñanzas medias, la abolición de la esclavitud, etc. 

LA DEHESA DE TABLADALA DEHESA DE TABLADARuiz Zorrilla transformó y modernizó la finca en su vertiente de producción agrícola, y a su vez, la convirtió en su lugar de descanso.

En una época en la que la agricultura se realizaba mediante tracción animal, Tablada fue la primera finca española en la que se introdujo maquinaria a vapor: arado, locomóvil para moverlo, trilladora, segadora, gavilladora, tractor de poleas (antecesor del tractor moderno)… en julio de 1863.

Toda esta maquinaria se trajo de Gran Bretaña por barco y luego por ferrocarril hasta Torquemada, poniéndola en marcha dos técnicos ingleses.

LA DEHESA DE TABLADALA DEHESA DE TABLADATambién se roturó, se ampliaron los cultivos, se metió ganado, etc. Las semillas y los animales, de razas selectas (yeguas percheronas), también eran de importación.

PIONERO EN ESPAÑA. Todo ello, pionero en España, no tuvo continuidad. El entorno cultural y tecnológico no era propicio, y además el que llegara al Cerrato de la mano de Manuel Ruiz Zorrilla supuso que le afectara la inestabilidad política.

Natural de El Burgo de Osma, el 22 de marzo de 1833, Ruiz Zorrilla colaboró en el derrocamiento de Isabel II en 1868, iniciándose así el denominado Sexenio Democrático, en el que este político ocupó los cargos de diputado por Unión Republicana, ministro de Fomento en dos períodos, ministro de Gracia y Justicia, presidente de las Cortes, y llegó a ser presidente del Gobierno en dos ocasiones.

Primero desde el 24 de julio de 1871 hasta que el 5 de octubre del mismo año el rey Amadeo de Saboya le retira la confianza, refugiándose precisamente en la Dehesa de Tablada, lo que le vale ser apodado por parte de la prensa como El Solitario de Tablada. 

Un año después Amadeo de Saboya renueva su confianza en él y le nombra de nuevo presidente del Gobierno. Él rechaza el cargo, pero sus partidarios, más de 200 personalidades, fletan un tren especial desde Madrid hasta Magaz de Pisuerga para desde allí visitarle en la Dehesa y tratar de convencerlo. Lo logran, y el 13 de junio de 1872 vuelve a presidir el gobierno de España hasta el 12 de febrero de 1873, con la abdicación de Amadeo de Saboya, refugiándose de nuevo en la dehesa de Villaviudas.

LAS TIERRAS. Restaurada la monarquía borbónica, se exilia en Francia, crea el Partido Republicano Progresista junto con Nicolás Salmerón y conspira contra Alfonso XII, sin éxito. Regresó a España para morir el 13 de junio de 1895, en Burgos.

En Tablada se construyó una casona señorial, dependencias agrícolas, árboles frutales, almendros, merenderos, una bodega con lagar y zonas de recreo, como el paseo de las Lilas y el estanque de los Peces de Colores.

Las tierras de la dehesa estaban alquiladas para su explotación agrícola, pero los vecinos de Villaviudas, agricultores, se propusieron adquirir la finca para explotarla ellos. En torno a 1930 crearon el Sindicato Agrícola de Villaviudas, cooperativa conocida como La sindical, y poco después iniciaron unas largas negociaciones con los propietarios. En marzo de 1931 lograron autorización para cultivar ellos las tierras y los días 16 y 23 de agosto de 1933 firmaron las escrituras de compraventa.

El precio fue de 905.000 pesetas, para lo que la cooperativa solicitó al Banco Hipotecario un préstamo de 400.000 pesetas a amortizar en cuotas mensures de 3.000 pesetas durante 20 años, con un interés del 6,50% y una comisión del 0,60 %.

Tras la compra, la finca se repartió entre los 128 socios de la cooperativa, prácticamente la totalidad de los agricultores de Villaviudas, en parcelas del tamaño que cada uno solicitó. De esta forma, el nivel de vida en esta localidad cerrateña se elevó considerablemente, dada la rentabilidad del cultivo de remolacha.

El paso del tiempo y la concentración parcelaria provocaron el abandono y el desmantelamiento de sus instalaciones. El Ayuntamiento de Villaviudas tiene en proyecto su rehabilitación y recuperación.