Mañueco aplaza la toma de posesión a después de Semana Santa

SPC
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El nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, celebra que el candidato popular «por fin» será investido pero sigue sin aclarar si acudirá al acto de investidura y lo remite a «si se lo permite la agenda»

Alfonso Fernández Mañueco (d), saluda a Carlos Pollán tras jurar el cargo como procurador el pasado 10 de marzo. - Foto: E. Margareto (Ical)

La toma de posesión de Alfonso Fernández Mañueco como nuevo presidente de la Junta de Castilla y León se celebrará pasada la Semana Santa, lo que supone que habrá que esperar, como mínimo, siete días desde su investidura, que se celebrará el próximo lunes 11 de abril. Este acto puramente protocolario sirve para que el nuevo inquilino del Colegio de la Asunción sea nombrado formalmente para el cargo y tradicionalmente ha sido la antesala del nombramiento de los consejeros que acompañaran al nuevo presidente durante la legislatura. En esta ocasión ya se saben tres de los diez que conformaran el Consejo de Gobierno –los que corren a cargo de Vox–, y solo para por desvelar los nombres que elegirá Fernández Mañueco y el Partido Popular para este nuevo gobierno de coalición autonómico. 

En anteriores legislaturas, la toma de posesión se realizaba dos días después de la investidura, algo que no ocurrirá en esta ocasión, tal y como avanzó ayer el consejero en funciones de la Presidencia, Ángel Ibáñez, tras alegar que no daría tiempo a completar el proceso previsto antes de las fiestas de la Pasión –la investidura se celebra en Lunes Santo–. En este sentido, explicó que si Fernández Mañueco sale investido presidente el 11 de abril, «no daría tiempo» a que el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, notifique al Gobierno de España el resultado de la sesión y que se firme el decreto por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el refrendo del rey Felipe VI.

Así, el titular de la Presidencia ratificó que probablemente la toma de posesión de Fernández Mañueco se producirá tras la Semana Santa y negó que el gobierno de la Junta haya estado «paralizado» en ningún momento, tras la convocatoria adelantada de elecciones autonómicas del 13 de febrero. No obstante, apuntó que la cita con las urnas dejó un «equilibrio de fuerzas parlamentarios» que según reconoció ha requerido un «especial esfuerzo de diálogo» entre PP y Vox, hasta lograr un ejecutivo autonómico «fuerte, estable y al servicio de los intereses de los castellanos y leoneses».

Ibáñez asegura que «no daría tiempo»  a hacerlo antes por los festivos de la Semana de Pasión. 

 

Además, situó como objetivo del próximo gobierno autonómico la «cercanía» con el mundo rural, así como la prestación de servicios de calidad y la generación de oportunidades y riqueza, para fijar población. Para ello, destacó el apoyo financiero a través de diferentes fondos y líneas de ayudas.

Buena noticia

Mientras, el presidente nacional del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, celebró ayer que «por fin» se haya activado el acuerdo entre el PP y Vox para gobernar en Castilla y León y que vaya a poner gobernar a Alfonso Fernández Mañueco, que «ganó las elecciones». Ante las críticas socialistas al acuerdo, el gallego recordó que la negativa del PSOE a facilitar la gobernabilidad en Castilla y León llevó a Fernández Mañueco a buscar un pacto con otras fuerzas y ahora va a ser investido presidente.

Sin embargo, y como ya ha hecho en anteriores ocasiones, Núñez Feijóo volvió a dejar en el aire su presencia en la sesión de investidura de Fernández Mañueco –en la que sí estará presente el líder de Vox, Santiago Abascal–. Al ser preguntado si acudirá a la investidura, el gallegó aseguró desconocer cuándo es esa sesión y recordó que una cosa es la investidura, que tendrá lugar el día 11 de marzo, y otra la toma de posesión, que será en la semana del 18. «Si mi agenda me lo permite, iré. Primero porque es un presidente de PP; segundo, es un compañero; y tercero, Castilla y León recupera la estabilidad política», afirmó.