La tasa de empleo entre los graduados superiores de Castilla y León se sitúa en el 83,3 por ciento, tres décimas por encima de la media nacional, según se desprende del informe 2023 de la Fundación CYD, estudio de referencia de la universidad en España que analiza, diagnostica y propone líneas de mejora para la universidad española y al que ha tenido acceso Ical. La Rioja, con un 87,5 por ciento, presenta la tasa de empleo más alta, seguida de Navarra y Cataluña, ambas con un 86,9 por ciento, Aragón (86,1 por ciento), Madrid (85,5 por ciento), País Vasco (85,4 por ciento) y Baleares (84,3 por ciento). Por detrás de Castilla y León se sitúan la Comunidad Valenciana (82,9 por ciento), Castilla-La Mancha (82,6 por ciento), Galicia (82,3 por ciento), Murcia (81,7 por ciento), Cantabria (81,6 por ciento) y Extremadura (81,1 por ciento). Los últimos lugares los ocupan Canarias (77,9 por ciento), Asturias (77,7 por ciento) y Andalucía (77,5 por ciento).
A nivel de la Unión Europea, los graduados superiores españoles presentaron en 2022 la segunda tasa de empleo más baja de los 27 países de la UE (83 por ciento), 4,4 puntos por debajo de la media europea, y la segunda tasa de desempleo más alta con un 7,1 por ciento frente al 3,5 por ciento del conjunto europeo. En el caso de Castilla y León, la tasa de desempleo alcanza el 5,79 por ciento. Solo La Rioja (4,25 por ciento), Navarra (4,23 por ciento), País Vasco (4,51 por ciento) y Cataluña (4,55 por ciento) presentan tasa inferiores.
Según datos de Eurostat de 2022, en nuestro país se registra el mayor porcentaje de ocupados de 20 a 64 años con educación superior que trabaja en ocupaciones de baja cualificación (35,9 por ciento), siendo el dato de la UE del 22,2 por ciento. Además de la sobrecualificación, se da otro desajuste entre la demanda de estudios y las oportunidades de empleo: el porcentaje de titulados en STEM en España (18,8 por ciento) es inferior al de la Unión Europea (25,1 por ciento), mientras que en nuestro país hay, en proporción, el doble de egresados en el ámbito de la educación.
Por este motivo, en el Informe CyD se subraya la necesidad de reducir los desajustes entre la oferta formativa y el mercado laboral, mejorando la orientación e informando sobre las perspectivas laborales. Al mismo tiempo, en el estudio se ha constatado que los graduados superiores españoles obtienen mejores resultados en el mercado laboral en comparación con aquellos que tienen un nivel de estudios inferior. Sin embargo, al compararse con los resultados de los titulados en enseñanza terciaria de la Unión Europea, en términos generales, suelen quedarse en una posición más desfavorable. En particular, se observan menores tasas de empleo, mayores tasas de paro, mayor proporción de contratos temporales, ingresos más bajos y un mayor porcentaje de personas en situación de desempleo de larga duración. "En gran parte, esta situación se debe a problemas estructurales de la economía española, ya que sucede para toda la población independientemente de su nivel de estudios, y a un funcionamiento poco eficiente de los elementos institucionales que configuran el mercado de trabajo español".