El Mojados le dejó seco al Villa, o no. Del ascenso a Tercera, sí; de la Copa del Rey, veremos. Depende, aunque pueda parecer extraño, de que el Salamanca o el Tordesillas (el que pase a la fase final de ascenso a Segunda RFEF, siempre y cuando superen, como parece, su eliminatoria de hoy) logren el objetivo final de subir.
Si lo consigue uno de los dos, habría un cuarto ascenso de Regional a Tercera, que lo ocuparían los dos finalistas de este play-off a Tercera, elMansillés y el Mojados. Por lo tanto, el primer mejor clasificado de los no ascendidos jugaría la Copa del Rey y sería el Villamuriel, que en la liga regular quedó por delante del Turégano, el otro perdedor.
La nota negativa de la eliminación de ambos es que el UPPalencia sigue descendido de Regional a Primera Provincial y que sólo se salvaría en el caso de que uno de los equipos campeones provinciales de Palencia, Segovia, Soria, Ávila oBurgos renuncie al ascenso.
En cuanto al partido de ayer, en un ambiente extraordinario, con cerca de un millar de aficionados, se notó desde el pitido inicial el nerviosismo por parte de ambos equipos, lo mucho que había en juego. Más liberado el cuadro vallisoletano (que no pucelano) por aquello de acudir con ventaja. No había riesgo alguno y sí mucho miedo a fallar.Era raro ver una acción por ambos lados con más de tres toques al balón. El miedo atenazó a ambos, especialmente a los locales.Parecía un partido de pádel, en las pistas anexas: balón al un lado del campo, balón al otro lado y un punto para cada uno en forma de gol.
ElMojados se adelantaba en el marcador merced a un gran disparo de su mejor jugador desde fuera del área, Alvi. La reacción fue inmediata, con el gol de cada tarde de César Simón, adelantándose a la fallida salida de De la Fuente. Un tiro, un gol, más allá del tirito de Juan en la segunda parte.
ElVillamuriel saltó al campo con un 4-2-3-1, con Mario en la portería; Alvi yMiguel en los laterales; Jesús y Jambo en la línea de centrales; Juan y Pupy en el doble pivote; Guille y Chemby en los costados, Toño en la media punta y César Simón como referencia, muy desasistido.
La ausencia del sancionado Álex se notó en la creación de juego en la medular. El balón circulaba sin mucho sentido por ambos lados, pero los visitantes tenían la justificación de tener ventaja en la eliminatoria y no tener que asumir la responsabilidad.
Así que nadie los tomaba, cada uno en su zona, serios atrás, pero sin ideas arriba. Era un partido de 0-0, aunque cayesen los dos goles, uno por cada lado.
Se esperaba en la segunda parte una reacción local, darle una marcha más, pero el panorama siguió igual.No pasaba nada, que era lo que pretendía elMojados. Tuco dio entrada a Mata y con ello buscó más creación en la medular, pasando Pupy al lateral, subiendo Alvi al extremo, cambiando al opuesto a Guille. Pero su plan no es que no funcionase, es que no le dejaron hacerlo. El colegiado, en una decisión precipitada (ya hubo en la primera parte unas posibles manos en el área visitante) expulsaba por doble amarilla a Jambo. Una decisión más que rigurosa que acabó por sepultar todas las opciones cerrateñas. Corriendo riesgos lógicos, dejando muchos espacios, ya jugó con más corazón que cabeza, buscando en inferioridad un imposible ante un equipo rival bien armado atrás, que se sintió cómodo con el marcador a favor en la eliminatoria y con la superioridad numérica. ¿Qué hubiese hecho elVilla con once hasta el final? Nunca se sabrá. Cierto es que hasta ese momento no se estaba mereciendo la remontada, pero no lo es menos que la intención era apretar al final. Sea como fuere, la temporada del cuadro cerrateño ha sido sensacional. No subirá, pero ha logrado recuperar a su afición y volver a llenarla de ilusión. ¿Y la Copa delRey? Veremos.