La lucha que mantiene la cúpula del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) escaló ayer un peldaño más en la tensión y acabó en los tribunales. Ya lo había anunciado su directora, la científica alicantina María Blasco, y ayer consumó su denuncia por la campaña de insultos, difamaciones «y hasta amenazas de muerte» que -según defiende- se ha orquestado contra el centro y contra ella. Pero no fue la única que disparó con fuerza. La parte contraria, la afín a la gerencia de la institución contra la que carga Blasco, también se despachó a gusto.
Ambas facciones se dirigieron por carta a los miembros del Patronato del CNIO, que hoy se reúnen con carácter extraordinario y que podrían adoptar decisiones sobre la continuidad o el cese de algunos de sus directivos, tras varias semanas en las que este centro de investigación ha estado en el punto de mira. Y parece que Blasco no va a salir bien parada, ya que según avanzaba anoche un periódico nacional citando a fuentes del Gobierno, será apartada de su cargo tras 14 años como directora del mayor centro de investigación del cáncer en España.
Será la conclusión a una polémica que salió a luz después de que la mitad de los jefes de investigación pidieran su cese y la apertura de una convocatoria internacional para elegir al sustituto.
En el documento que remitió al Patronato el gerente del centro, Juan Arroyo, se apuntan a 13 casos conocidos de acoso por parte de la directora del CNIO, algunos de ellos remontándose a 2013. Fueron objetos de este acoso desde becarios y técnicos hasta jefes de grupo y vicedirectores, se sostiene en el texto, que hace referencia incluso a la encuesta psicosocial en la que participó el 74 por ciento del personal y que mostraba un elevado nivel de violencia psicológica, discriminación e incluso casos de acoso sexual.
Por su parte, Blasco anunció que había trasladado a la Fiscalía las posibles irregularidades. Alegó que había sido informada por distintos trabajadores de que se han publicado los contratos menores correspondientes al primer trimestre de 2024 con una cuantía que supera los 1,5 millones, «lo que como mínimo arroja sospechas en cuanto a la licitud de esta mecánica de contratación», incidió la científica, que detalló que los contratos está publicada en el portal de transparencia.