Próximo destino: carrera de San Jerónimo, Madrid. Este bien podría ser el cartel anunciador de la típica excursión cultural veraniega que cuelga del tablón de anuncios de uno de los muchos teleclubes repartidos por el medio rural. Un viaja que en Boadilla del Camino tiene ya dos tripulantes, en forma de candidatos al Congreso de los Diputados para la próxima cita electoral del 23 de julio: Carlos Saldaña (Grupo Independiente Palencia Tierra Viva)y Patrocinio Castañeda (Falange Española de lasJons).
Fue leyendo la edición impresa del pasado 22 de junio de Diario Palentino, en la que el decano de la prensa provincial publicó las listas completas de los 14 partidos que concurren en Palencia, cuando ambos se percataron de esta coincidencia. Dos compañeros de viaje en las antípodas, ideológicamente hablando, que se han marcado el objetivo de llevar la voz de los pueblos a la capital de España.
Sin entrar en sus programas electorales ni en las demandas que hacen desde uno y otro partido, lo cierto es que llama la atención que un pueblo tan pequeño tenga tanta representatividad en las listas, pues Boadilla cuenta con apenas 122 vecinos empadronados, según los últimos datos disponibles en el Instituto Nacional de Estadística(INE). Dicho de otra forma, hay menos vecinos en el pueblo que escaños tiene ahora mismo el Partido Socialista (120, el de mayor representatividad en la actual legislatura) y serían necesarios casi tres Boadillas para completar el aforo del palacio, con 350 escaños para los parlamentarios.
La existencia en el pueblo de un rollo de justicia desde tiempos inmemoriales, o el goteo continuo de peregrinos del Camino de Santiago con otras formas de ver el mundo, bien podrían estar detrás de este apego por la política entre los vecinos de esta localidad jacobea. «Aquí siempre nos ha gustado mucho la política. Se ha vivido de una forma muy intenta y con disparidad de partidos», reconoce Castañeda, quien fuera durante dos décadas edil en el Ayuntamiento de su pueblo. «Nunca quise ser alcalde, me gustaba mantenerme como concejal para controlar a los que gobernaban», añade.
Vocación de servicio público que comparte con Saldaña, quien también va sobrado de experiencia política, pues el candidato de GITV ha estado al frente del Consistorio terracampino en los últimos cuatro años y otros tantos como edil. Es esta experiencia, precisamente, la que le animó a dar el paso y, sobre todo, «poder aportar nuevas ideas y proyectos por el bien común de la gente que te rodea y el resto de palentinos».
Para Castañeda esta es una «convocatoria más», a la que se presenta para «dar la cara» por sus ideas. Un paso al frente en una campaña en la que ambos huirán de los grandes actos, y apostarán por una política cercana. Una política del tú a tú.
Pueblos «olvidados».
Saldaña y Castañeda no coinciden en política, y tampoco en sus trabajos ni gustos. El primero trabaja en una tecnológica internacional y le gustan las rutas con la bicicleta y disfrutar de la buena gastronomía rodeado de sus allegados. El segundo ha estado vinculado laboralmente al mundo de la construcción y se desvive por las carreras de galgos (afición que heredó de su padre), la caza (sobre todo perdiz y codorniz)y el cross en sus tiempos jóvenes, compitiendo con leyendas de la talla del gran Mariano Haro.
Más allá de los ideales que define cada uno, en los que no vamos a entrar en estas líneas, en lo que sí llegan al consenso es en la defensa a ultranza del medio rural y de las gentes que lo habitan. «A la hora de la verdad, ninguno de los grandes partidos hace nada por los pueblos. Los que vivimos en ellos lo sabemos bien», señala Castañeda.
Unas palabras que refrenda Saldaña, quien rompe una lanza en favor de lo rural:«Somos gente que también vivimos en España, y se nos debe atender». Especialmente en provincias como Palencia, con grandes diferencias entre territorios. «Esta tierra tiene muchas oportunidades y hay que apostar por ella», concluye.