Es difícil, pero el deporte es deporte y no hay nada que se quede fuera de las posibilidades en un partido de baloncesto. Ya lo demostró el Zunder Palencia en el encuentro de la primera vuelta, el primero de la historia en la ACB que se jugó en el pabellón. Aquel día, el cuadro entonces dirigido por Marco Justo se quedó a un solo rebote de la gloria. Laprovittola fue el verdugo culé que acabó con el sueño palentino, empatando a centésimas del final y mandando el partido a la prórroga (en la que terminaría ganando el FC Barcelona), pero el Zunder demostró entonces que en una liga tan competitiva como la ACB no hay nada escrito. Todos los partidos tienen que jugarse. En aquel encuentro el humilde Zunder, recién ascendido, estuvo a punto de destronar y quitarle la corona al actual campeón, el Barça.

Mañana (17 horas, Movistar+ Deportes 2) el conjunto de Luis Guil visita el Palau Blaugrana buscando tirar de heroica para encontrar la revancha. Los morados llegan tras caer en la última jornada ante el BAXI Manresa en casa. El Zunder mereció más tras hacer un buen partido, pero Manresa demostró por qué es un equipo de Copa del Rey y reaccionó en el último cuarto para volver a dejar en la cuneta al conjunto de Luis Guil, que no termina de caminar completamente erguido. Aun así, el equipo sigue trabajando y entrenando al cien por cien, con la misma ilusión que el primer día. Así lo expresaba el técnico sevillano del Zunder Palencia en la rueda de prensa previa al partido de mañana. «Afrontamos el encuentro con ganas de remediar lo del otro día ante Manresa. No es el mejor cliente para hacerlo, pero sí vamos con la mentalidad de sumar una nueva victoria que nos dé más opciones de poder salvarnos. El equipo ha entrenado muy bien y se ha recuperado del proceso vírico que tanto Conner Frankamp como Vitor Benite atravesaron la semana pasada».

El estadounidense con pasaporte georgiano y el brasileño, completamente recuperados, están disponibles y al cien por cien para el choque de mañana en el Palau Blaugrana. El que no puede enfrentarse a su exequipo (al que pertenece, cedido en el Zunder Palencia) es Agustín Ubal, que esta semana sufría un esguince de tobillo que le mantendrá, al menos, dos semanas fuera de las pistas.

La baja de Agustín Ubal deja al Zunder Palencia con dos bases (Conner Frankamp y Keye Van der Vuurst) para viajar a Barcelona. Aun así, eso no reduce las posibilidades de jugar con los dos en pista, haciendo el estadounidense de dos. «Siempre he dicho que en el campo pongo a jugar a los buenos. Me dan igual las posiciones. Si un día tengo que jugar con dos cincos jugaré con dos cincos y si tengo que jugar con tres unos,  jugaré con tres unos. Ya adaptaré la táctica a los jugadores. Pero si tengo dos buenos bases no entiendo jugar uno por otro todo el partido. Ya veré cómo escondo si somos más pequeños. Sigo teniendo la idea de jugar con ellos el máximo tiempo posible porque tanto Keye Van der Vuurst como Conner Frankamp son dos jugadores que nos dan talento y criterio a la hora de jugar y hacen mejores a los demás», confirmaba Guil.

LA DEFENSA. El apartado defensivo jugará un papel fundamental para el Zunder Palencia en el choque de mañana, siendo el Barça «uno de los mejores equipos en ataque de Europa». Para ello, los cinco jugadores en pista deben contribuir en todo momento a una defensa coral. «No somos el mejor equipo defensivamente a nivel individual, ni tampoco físicamente, pero hemos ido construyendo una defensa de equipo. A cualquiera de ellos le vamos a defender entre todos para poder ayudarnos a enfrentarnos a un posible mismatch o desajuste defensivo, que los vamos a tener. Ellos juegan con gente muy grande que en el uno, en el dos o en el tres pueden jugar a poste bajo. Son casi más grandes que nuestros cuatros. Vamos a tener que hacer cosas de equipo para poder aguantar esas ventajas físicas del Barcelona», detallaba el técnico palentino.

El Barça recibe al Zunder tras caer ayer en Euroliga en Milán (74-70). «Todos los viajes y los partidos de Euroliga afectan. Las opciones de ganar a estos equipos pasan por las dobles jornadas, por los viajes y por el cansancio. Para ellos el calendario es muy complicado.  Ahí es donde se puede acortar la distancia entre los dos», sentenciaba Luis Guil.