Un año después de que el Juzgado de lo Social dictase una orden de rescisión de los contratos laborales, los ocho empleados de Lactoduero siguen sin percibir sus nóminas.  La empresa, con sede en Barrios de la Vega, adeuda 12 mensualidades y la indemnización económica correspondiente, que todavía no se ha podido  percibir tras cesar la producción en diciembre de 2021, según explicaron fuentes de la plantilla. La deuda total, según figura en la parte dispositiva de una sentencia favorable a su reclamación salarial, asciende a 300.000 euros, a los que hay  que añadir otros 60.000 en concepto de intereses y costas, sin perjuicio de lo que suponga la posterior liquidación de la empresa cuando se decrete.

En junio de este año, y tras varios meses de lucha por parte de los empleados en los juzgados, la empresa solicitó un concurso de acreedores voluntario por insolvencia económica para hacer frente a sus pagos, con una estimación inicial del pasivo cifrada en 2.413.743 euros. Actualmente, el proceso concursal continúa sus fases de tramitación correspondientes y la plantilla sigue a la espera de poder acudir al Fondo de Garantía Salarial  (Fogasa), ya que Lactoduero ha declarado en el expediente presentado que no cuenta con bienes suficientes para poder hacer frente a las deudas contraídas. «Mientras tanto, y cada pocos días, se siguen sucediendo las entradas de camiones y luego las salidas de los mismos cargados con mercancía o bienes procedentes de sus instalaciones en Barrios de la Vega», denuncian los que fueron empleados.

sin medidas cautelares. Por ello, han avisado a la Guardia Civil de Saldaña en varias ocasiones y han interpuesto las correspondientes denuncias en el cuartel, dando traslado posteriormente de los hechos al Juzgado de Carrión de los Condes, «pero hasta la fecha no se han dictado medidas cautelares para que esto no siga ocurriendo», añaden.

Lo que sí existe es una sentencia de ejecución y embargo de bienes en favor de los empleados para cubrir parte de las deudas. «Lo que tememos es que, si todo sigue igual, cuando llegue la resolución del concurso de acreedores por parte del juzgado sólo habrá paredes en las instalaciones. No vamos a parar y seguiremos con las denuncias pertinentes», arguyeron.