Soy un hombre de campo. Conocí la dura vida de los agricultores de nuestra tierra palentina de la mano de mi padre, que como cualquier otro agricultor o ganadero trabajaba de sol a sol para sacar adelante a su familia. Vivía en un pueblo, fui a la escuela rural, luego al instituto y finalmente realicé carrera universitaria, pues no era de extrañar que los padres recomendasen a sus hijos estudiar y conseguir un trabajo fuera de la explotación familiar.
Hay que reconocer que, con el paso del tiempo, la profesión de agricultor y de ganadero se ha ido dignificando gracias, entre otras cosas, a la mecanización, a las nuevas tecnologías y a los nuevos sistemas de riego. Estos grandes avances abrieron una puerta de esperanza en esta profesión que siempre estuvo poco valorada. Afortunadamente se ha ido valorando cada vez mas, alcanzando el mayor grado de reconocimiento durante la pandemia, momento en el que la población ensalzo el trabajo de agricultores y ganaderos por abastecernos de alimentos, sin que nos faltase de nada. Pero ese reconocimiento no se ha visto reflejado en sus cuentas de resultados, las cuales cada vez son peores por el abandono del gobierno Sánchez. Las políticas socialistas intervencionistas, la inflación, la disminución de las ayudas, los nuevos impuestos al sector, la competencia desleal de terceros países, los altos costes de producción, una PAC con mayores exigencias ambientales y una enorme carga burocrática que les desborda, seguros con mayores costes y menos cobertura, una Ley de la Cadena Alimentaria que no funciona, entre otras muchas cosas, todo ello agravado además con la situación de sequía que estamos viviendo en los últimos años, han llevado a nuestros agricultores y ganaderos al colapso.
Hartos de esta situación, el sector se ha revelado contra Sánchez que en los seis años que lleva en el Gobierno, poco o nada a hecho por ellos, ni siquiera ha sido transparente en sus negociaciones. ¿Qué ha acordado el presidente Sánchez con Marruecos? No lo sabemos porque mantiene total opacidad y desconocemos los compromisos adquiridos con el primer ministro marroquí. Lo que sí sabemos es que Marruecos ha multiplicado por cuatro la venta de fruta y verdura en España desde 2012. Lo que sí sabemos es que existe una competencia desleal entre los productos que vienen de terceros países y los que producen nuestros agricultores y ganaderos, porque nada tienen que ver nuestros costes laborales con los de ellos, porque no nos permiten utilizar los mismos productos fitosanitarios a nosotros que a ellos, o porque las exigencias medioambientales son mayores para nosotros que para ellos.
El agua y los regadíos también son un asunto importante y vemos cómo este Gobierno no ha puesto en marcha la creación de infraestructuras que permitan un mayor almacenamiento de agua y que permitan un uso más eficiente del mismo. Por desgracia, los expedientes de modernización de regadíos están paralizados y el Perte del agua ha sido una oportunidad perdida para impulsar estas actuaciones. También ha sido una oportunidad perdida la presidencia española en la Unión Europea, que ha pasado sin pena ni gloria, por desgracia, para nuestros agricultores y ganaderos.
Según datos del propio Ministerio, desde que Sánchez gobierna, el campo español ha perdido competitividad y la balanza comercial se ha visto alterada. Se exporta un 10,2% menos y se importa un 24,3% más y nuestras explotaciones ganaderas han perdido por encima de 3 millones de cabezas de ganado.
Cómo no van a estar enfadados nuestros agricultores y ganaderos si este Gobierno ha preferido proteger al lobo que a los ganaderos, si no ha hecho nada más que criminalizarles, acusándoles de contaminar, de despilfarrar agua y de producir carne de mala calidad. No se puede criminalizar a los que producen alimentos obviando que secuestran el doble de dióxido de carbono del que producen. Tenemos que solidarizamos con ellos y con sus reivindicaciones.
Ya podía ser este Gobierno igual de generoso con los agricultores y ganaderos de lo que lo es con los independentistas. Lamentablemente todo lo que van a dar al independentismo va a ser a cambio de nada para el resto de los españoles, menos aún para los agricultores y ganaderos.
Al señor Sánchez, que le preocupa mucho cómo le recordarán en el futuro, ya le digo yo cómo quedará en la memoria los agricultores y ganaderos. De su paso por el Gobierno quedarán las continuas mentiras, y falta de compromiso con el sector agrícola y ganadero, que no le va a amnistiar nunca, porque prefiere dar a los independentistas lo que quieren en vez de a nuestros profesionales del campo lo que necesitan.
Con las políticas de este gobierno, nuestros agricultores y ganaderos están abandonados y secos, pagan más impuestos que nunca y ya no pueden aguantar más. Por eso están sacando sus tractores a la calle en señal de protesta. Mójese señor Sánchez, mójese en estos tiempos de sequía y no muerda la mano que le da de comer.
(*) Es Ingeniero Agrónomo, alcalde de Torquemada y presidente de la comisión de Agricultura, Ganaderia y Alimentación del Senado