El número de defunciones estimadas en 2023 se redujo un 7,28 por ciento en Castilla y León, hasta alcanzarse una cifra de 28.671, frente a las 30.923 de 2022. De esta forma, se aproximan a las contabilizadas en 2019, año previo al estallido de la pandemia del COVID-19, cuando se registraron 28.638, lo que supone un 0,11 por ciento menos, según los datos semanales publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el conjunto del país, las defunciones estimadas en 2023 fueron 433.533, frente a las 460.478 del ejercicio anterior y las 414.914 de 2019. De esta forma, el pasado año las muertes contabilizadas en España descendieron un 5,85 por ciento en relación a 2022, si bien todavía son un 4,49 por ciento superiores a la cifra anterior a la pandemia del COVID-19.

Por provincias, las defunciones disminuyeron en las nueve de la Comunidad. En el caso de Ávila, cayeron un 11,42 por ciento hasta las 1.954; en Burgos, la rebaja fue del 2,45 por ciento, hasta las 4.147; en León, del 7,82 por ciento, hasta las 6.115; en Palencia, un 12,41 por ciento, hasta las 1.963; en Salamanca, un 9,5 por ciento, hasta las 3.970; en Segovia, un 2,02 por ciento, hasta las 1.706; un 13,61 por ciento, hasta las 1.706; en Soria, un 13,61 por ciento, hasta las 1.063; en Valladolid, un 2,02 por ciento, hasta las 5.318, y en Zamora, un 13,21 por ciento, hasta las 2.434.