A París, Milán,Londres o Nueva York, cuatro de las ciudades destacadas a nivel internacional en el campo de la moda, ha viajado la palentina Cristina Tartilán por motivos laborales.
Es maquilladora y por sus manos han pasado modelos que desfilan por varias de las principales pasarelas del planeta. Además, ha trabajado con celebridades y actores; marcas como Loewe, Louis Vuitton, Zara, Create o Garnier han contado con ella a la hora de elaborar sus catálogos y, por si fuera poco, atiende desde 2020 un salón de belleza en la calle Mayor de su ciudad natal. Es decir, va de Palencia al mundo, pero también viene de las grandes urbes a la capital del Carrión.
Pero para trabajar en importantes semanas de la moda hay que demostrar una valía y una trayectoria que, en el caso de Tartilán, arrancó en el año 2005 formándose en Estética en Valladolid. Pero asegura que «en aquellos años maquillar no se consideraba a una profesión» y tuvo que dedicarse a otras cuestiones, aunque sin olvidarse de su pasión. En Ibiza trabajó en el sector de la hostelería y comenzó a maquillar para fiestas y discotecas.
De la isla pitiusa se trasladó a Londres, donde no dieron mucho valor a su titulación española, «por lo que tuve que estudiar lo mismo» en 2017. En la capital británica trabajó vendiendo maquillaje en locales de marcas como Chanel o Giorgio Armani hasta que a mediados de 2018 fue contratada por Yves Saint Laurent, donde fue «jefa de la tercera tienda que más vende de Reino Unido», en Harvey Nichols. Además, gracias a esta marca inició a maquillar a celebridades.
De forma paralela trabajaba como autónoma para adentrarse en el mundo de las pasarelas y con clientes propios, según detalla Tartilán, que tras la pandemia de coronavirus, por motivos familiares, regresó a su tierra de origen. «Actualmente tengo en Palencia el cuartel general y un estudio que no es una peluquería al uso.Siempre atiendo con cita previa porque hay muchos días en los que no estoy», explica. Al atender a muchas novias comenta que «los sábados son sagrados en Palencia». Por tanto, en estos momentos se mueve desde la capital provincial a otros lugares compaginando todas sus labores laborales, que también incluyen la enseñanza.Por poner un ejemplo, este mes lanza un curso de maquillaje.
De todo ello, recuerda con gran ilusión la primera vez que llegó a Nueva York como primera asistente.«Era algo que ni siquiera soñaba», declara.
Además, la palentina comenta que está orgullosa de estar «en las principales pasarelas del mundo» y «de hacer sentir muy especial a las novias, concretamente a aquellas personas que no se maquillan nunca y, de repente, ese día se ven espléndidas y más felices».