La Policía Nacional detuvo el pasado domingo, 7 de julio, a un taxista mientras desempeñaba su trabajo, como presunto autor de un delito contra la salud pública. Todo ocurrió cuando una dotación policial uniformada acudió en su ayuda al ver que estaba teniendo problemas con un cliente. Al intervenir, los agentes se dieron cuenta del nerviosismo que presentaba y detectaron que el hombre portaba una gran cantidad de sustancia estupefaciente preparada para su distribución.
Tras proceder a inspeccionar el vehículo, encontraron oculto bajo una de las alfombrillas del vehículo 8,4 gramos de cocaína repartidos en seis envoltorios de plástico con un valor de mercado estimado en 495. Además, el taxista portaba más de 1.700 euros en billetes pequeños, la mayoría de 20 y 10 euros.
Tal y como informó la Policía Nacional, las excusas que esgrimió sobre la propiedad de la sustancia detectada eran "poco creíbles". Eso, sumado a las circunstancias de la localización de la droga, hizo pensar a los actuantes que el autor se estaba aprovechando de su condición de taxista para favorecer el tráfico de sustancias estupefacientes por la ciudad, motivo por lo que se procedió a su detención como presunto autor de un Delito contra la Salud Pública.
El detenido, tras pasar a disposición y prestar declaración ante la autoridad judicial competente, quedó en libertad en el día de ayer.